La petrolera estatal Pemex recurrió a la mitad del dinero que tenía disponible en sus líneas de crédito para hacer frente a la caída en sus ingresos causada por la pandemia de COVID-19 en apenas un par de meses, lo que estrecha su capacidad para afrontar lo que resta de esta caída donde, además, anticipa que sus ventas en México se desplomen 61% en el segundo trimestre del año.
Pemex se 'come' la mitad de sus créditos y anticipa caída del 61% en sus ventas
Lee: La recuperación del consumo de gasolina: hacia la 'palomita' y más combustóleo
La compañía que dirige Octavio Oropeza tenía líneas de crédito contratadas para usar por un monto de 7,450 millones de dólares (mdd) y por 37,000 millones de pesos (mdp) con diferentes instituciones. Al arreciar la gravedad de la crisis del coronarvirus a nivel mundial y local , Pemex confió en estos montos para hacer frente a sus obligaciones tanto de deuda como con proveedores, según un reporte a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés).
Pemex ha tenido que recurrir a estas líneas, que suponían un monto de 177,397 mdp a inicios del año, y para el 31 de marzo ya contaba con 159,856 mdp. Pero derivado de los efectos adversos de la pandemia, recurrió aún con mayor fuerza a pedir prestado a través de sus líneas de crédito en dólares y pesos. Tomando en cuenta un tipo de cambio de 18.9 pesos por dólar, la empresa ha usado cerca de la mitad de estos recursos, es decir, cerca de 81,000 mdp del 1 de abril al 3 de julio. La firma tiene a su disposición 4,300 mdd, el 58% respecto a inicios de año, y 8,500 mdp, el 23% en ese mismo periodo, según cifras actualizadas en su reporte.
“Pemex está trabajando en una estrategia de ahorros a partir de una mejor negociación de los contratos actuales y futuros, al obtener ingresos de su programa anual de coberturas petroleras de su producción de crudo, y con mecanismos financieros alternativos que no constituyen deuda pública, con el fin de mejorar su situación financiera”, explica la empresa en el reporte a la SEC publicado este 7 de julio.
La petrolera ha acudido a estas líneas de crédito antes que al refinanciamiento de deuda debido a la volatilidad que ha vivido el mercado en los últimos meses derivado de la crisis mundial, además de la caída en su calificación crediticia que la sitúa dentro del grado especulativo, coinciden analistas financieros.
“La última semana, un bono de Pemex a siete años está pagando una tasa casi 5.3 puntos porcentuales más grande que uno del gobierno federal. Es un castigo muy duro para salir a colocar deuda”, explica Víctor Gómez, subdirector de análisis financiero de Finamex.
El uso intensivo de estas líneas de crédito también dejan ver que los resultados de la compañía para el siguiente trimestre pueden resultar muy poco alentadores, debido a los problemas de liquidez que han afrontado, dice Luis Gonzalí, vicepresidente de Franklin Templeton.
“La producción no va bien, están pidiendo tiempo para pagar a sus proveedores, se cayeron las ventas de combustible, todo indica a que el segundo trimestre no viene bien”, explica el especialista.
Pemex anticipa una caída del 61% de sus ingresos a nivel nacional para el segundo trimestre, derivado de las medidas de confinamiento para frenar la epidemia de la COVID-19 en el país, según estimaciones de la empresa.
La compañía ya anticipaba que su déficit presupuestal, una parte de la pérdida que el Congreso autoriza para que el gobierno asuma como parte de su deuda cada año, se amplíe de 63,000 mdp a 93,000 mdp derivado de la crisis, pero las cifras hasta ahora permiten anticipar mayores pérdidas, dice Víctor Gómez.
La empresa también anunció la venta en su participación en el astillero Hermanos de J. Barrera, una polémica inversión hecha durante el sexenio pasado durante la dirección de Emilio Lozoya Austin. La petrolera transfirió el 51% de su participación en la compañía a Cruise Yacht Yard, una firma que tenía en construcción una embarcación en el astillero español. Pemex recibió solo 5.1 millones de euros (125.5 mdp) por esta transacción, pero asegura que la operación representó una ganancia de 833 mdp debido a que sus resultados ya no se consolidarán a los de Pemex.