Un socio estratégico
Con Estados Unidos regresando a una política energética con el acento en las energías renovables, los especialistas se preguntan si el gobierno mexicano matizará también su discurso hasta ahora centrado en dar impulso a los combustibles fósiles.
“Estados Unidos va a requerir ayuda de sus aliados (...) Biden va a buscar apoyo a nivel internacional”, explicó en una entrevista reciente Duncan Wood, director del Instituto México en el Woodrow Wilson International Center.
Los especialistas no descartan que el demócrata impulse una dinámica comercial en la que favorezca a los socios que lleven a cabo acciones a favor del medio ambiente o que introduzca nuevos impuestos relacionados con la huella de carbono o grave la importación de productos relacionados con acciones de deforestación o emisiones contaminantes. Algo similar al Pacto Verde Europeo, la mayor apuesta de la Unión Europea al respecto.
“(Veremos) un poquito (de cambios) en el mensaje que (el presidente López Obrador) da al público, ya que pudiera verse no tan popular o no tan ventajoso políticamente·”, dice Emily Medina, asociada en Energy Policy Research Foundation.
México se comprometió a que el 35% de la energía consumida sería proveniente de plantas renovables hacia 2024, algo que los especialistas ven difícil de cumplir debido a que ahora el país sólo genera el 22.9% de la electricidad en plantas renovables, de acuerdo con el último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
“Tenemos una administración en México que es muy nacionalista, lo cual podría ser una barrera para la cooperación con Estados Unidos”, dice Wood.
Certidumbre en la inversión
Los especialistas prevén que Estados Unidos Unidos también pondrá la lupa sobre las últimas acciones del gobierno federal para favorecer a las dos empresas estatales de energía, Pemex y CFE, por encima del resto de las compañías privadas que invirtieron en México con la apertura del mercado, tras la reforma energética de 2013.
Organismos empresariales, como el Instituto Americano del Petróleo (API), han acusado "discriminación" por parte del gobierno mexicano. Hace unas semanas, más de 40 legisladores de Estados Unidos enviaron una carta al presidente Donald Trump expresando su preocupación de que el gobierno mexicano limite el acceso a empresas estadounidenses de energía.
“Empiezan a subir el nivel de quejas de los inversionistas norteamericanos. Es cuestión de tiempo para que suba la presión y los inversionistas comiencen a pensar en paneles internacionales“, dice López-Mestre.