En cuanto a la telefonía móvil, al segundo trimestre de 2013, el agente preponderante (Telcel) dominaba 69% del mercado, seguido de Telefónica con 21% y Iusacell-Unefon con 7%.
Para el cuarto trimestre de 2019, Telcel solo controlaba 63% del mercado. Telefónica pasó a dominar 21% y entró AT&T para quedarse con 15% de los usuarios en México.
Esto significó una caída de 6% en la participación de mercado de América Móvil.
Para Gonzalo Rojón, director y senior partner de la consultora The CIU, el órgano regulador del sector -que vio la luz en 2013- llegó a poner orden. Al mercado móvil le dio certidumbre cuando redujo la participación de Telcel.
“Que un solo operador tuviera el dominio del mercado era descomunal, nunca se había visto en ninguna parte del mundo”, asegura. “La entrada de nuevos participantes sin duda se le atribuye a la aparición del IFT”.
La creación del órgano regulador también se tradujo en una mayor disponibilidad de acceso a la telefonía fija y móvil. En el primer servicio hubo un incremento de 15%, al pasar de 19.1 millones a 22 millones de líneas en el mismo periodo.
Mientras que en la telefonía móvil, el aumento de la penetración del servicio fue de 17%, al pasar de 104 millones a 122 millones de líneas entre 2013 y 2019.