Desde hace casi siete años que aterrizaron en México, con la llegada de Virgin Mobile, los OMV se posicionaron como una opción competitiva y distinta al servicio que ofrecían los operadores tradicionales Telcel, AT&T y Movistar. Años después, experimentaron tasas de crecimiento de entre 30% y 40% porque pasaron de tener convenios con estas grandes empresas (como Virgin operando a través de la red Movistar) a competir en las mismas condiciones tras el despliegue de la red compartida de Altán.
En 2020, la pandemia les dio fuerza, porque se convirtieron en una opción rentable ante la caída de ingresos de los usuarios, al ofrecer servicios de costo bajo y con recompensas, como acceso a entretenimiento o productos de consumo a cambio de recargas.
Al primer trimestre de 2021, de acuerdo con datos de The CIU, se registraron 126.6 millones de líneas móviles en México, de las cuales 3.93 millones corresponden a los Operadores Móviles Virtuales, es decir 3% del total del mercado. Esto corresponde a un crecimiento mayor a 50% en comparación en el año pasado.
¿Adaptarse o morir?
Ante la falta de infraestructura, para Erick de la Cruz, gerente de la consultora Select, los OMV solo tienen tres opciones: establecer una oficina física, contratar a un tercero ya establecido que se encargue de hacer la recolección de datos del usuario o enviar personal al hogar de las personas. “Se les está obligando a cambiar su modelo de negocio con espacios presenciales, a algunos no les conviene, otros ya las tienen (menos de 10% de los 80 OMV que existen en el país) (…) Necesitan analizar si les conviene diseñar una logística presencial, en caso de que cada operador deba hacer el registro”, menciona.
Además, agrega Alamilla, no es una inversión menor que pueda recuperarse en un par de meses, a los operadores móviles tradicionales les va a costar trabajo solventar este gasto que quizá ya tenían proyectado para sus operaciones en los siguientes años. “El Panaut viene a mover modelos de negocio en contra de los usuarios”, advierte.
Andrés Serra, CEO del operador móvil virtual inXel, dice que está preparado para hacer las adecuaciones necesarias según el marco regulatorio, sin embargo, esto implica inversiones administrativas y tecnológicas que no tenían consideradas. “A nivel infraestructura digital es una mayor inversión, pero lo que más nos preocupa, como a todos en la industria, es cómo van a reaccionar nuestros clientes, eso es una gran interrogante”, detalla el ejecutivo.
Esta situación podría generar una baja importante de usuarios para operadores móviles virtuales, principalmente en aquellos que únicamente ofrecen servicios de telecomunicaciones o que forman parte de un programas de lealtad, como BAIT de Walmart, Oxxo Cel y Soriana Móvil, que a diferencia de los operadores tradicionales recompensan a sus clientes con megas al realizar compras.
“A la gente ya no le va a gustar dar sus datos a cambios de 100 puntos cada mes, por ejemplo. ¿Para qué?”, se cuestiona De la Cruz.