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El Padrón de Telefonía amenaza el desarrollo de los Operadores Móviles Virtuales

El crecimiento de estas empresas se verá truncado si se implementa el padrón de usuarios móviles, señalan los especialistas del sector, que auguran un cambio en su modelo de negocio.
jue 20 mayo 2021 05:00 AM
El Padrón de Usuarios de Telefonía Móvil va contra los OMV
Al primer trimestre de 2021 se registraron 126.6 millones de líneas móviles en México, de las cuales 3.93 millones corresponden a los Operadores Móviles Virtuales, es decir 3% del total del mercado, según The CIU.

El desempeño y crecimiento que han tenido los Operadores Móviles Virtuales (OMV) en México está en riesgo por el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut). La mayoría de estas empresas, al ser 100% digitales, no podrá cumplir con las obligaciones impuestas por el padrón en cuanto a recolección de datos, pues significaría una inversión en infraestructura que no forma parte de su modelo de negocios, coinciden los expertos en telecomunicaciones.

“En el mercado no solo hay tres grandes operadores, existen los OMV que han tenido un magnífico desempeño en el año de la pandemia, lograron crecer a pesar de la situación. Pero, después de años de llegar y establecerse en el mercado, ahora se ven afectados con este tema que significa un costo muy importante para ellos”, explica Rolando Alamilla, gerente de investigación de mercado de The CIU.

El analista explica que no es fácil cumplir con el registro de huellas digitales o la recolección de iris de los usuarios, pues se requiere de un equipo especializado y colaboradores capacitados. “Son costos importantes a cubrir que podrían provocar que las empresas quieran salir del mercado o una alta migración de usuarios”, agrega.

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Desde hace casi siete años que aterrizaron en México, con la llegada de Virgin Mobile, los OMV se posicionaron como una opción competitiva y distinta al servicio que ofrecían los operadores tradicionales Telcel, AT&T y Movistar. Años después, experimentaron tasas de crecimiento de entre 30% y 40% porque pasaron de tener convenios con estas grandes empresas (como Virgin operando a través de la red Movistar) a competir en las mismas condiciones tras el despliegue de la red compartida de Altán.

En 2020, la pandemia les dio fuerza, porque se convirtieron en una opción rentable ante la caída de ingresos de los usuarios, al ofrecer servicios de costo bajo y con recompensas, como acceso a entretenimiento o productos de consumo a cambio de recargas.

Al primer trimestre de 2021, de acuerdo con datos de The CIU, se registraron 126.6 millones de líneas móviles en México, de las cuales 3.93 millones corresponden a los Operadores Móviles Virtuales, es decir 3% del total del mercado. Esto corresponde a un crecimiento mayor a 50% en comparación en el año pasado.

¿Adaptarse o morir?

Ante la falta de infraestructura, para Erick de la Cruz, gerente de la consultora Select, los OMV solo tienen tres opciones: establecer una oficina física, contratar a un tercero ya establecido que se encargue de hacer la recolección de datos del usuario o enviar personal al hogar de las personas. “Se les está obligando a cambiar su modelo de negocio con espacios presenciales, a algunos no les conviene, otros ya las tienen (menos de 10% de los 80 OMV que existen en el país) (…) Necesitan analizar si les conviene diseñar una logística presencial, en caso de que cada operador deba hacer el registro”, menciona.

Además, agrega Alamilla, no es una inversión menor que pueda recuperarse en un par de meses, a los operadores móviles tradicionales les va a costar trabajo solventar este gasto que quizá ya tenían proyectado para sus operaciones en los siguientes años. “El Panaut viene a mover modelos de negocio en contra de los usuarios”, advierte.

Andrés Serra, CEO del operador móvil virtual inXel, dice que está preparado para hacer las adecuaciones necesarias según el marco regulatorio, sin embargo, esto implica inversiones administrativas y tecnológicas que no tenían consideradas. “A nivel infraestructura digital es una mayor inversión, pero lo que más nos preocupa, como a todos en la industria, es cómo van a reaccionar nuestros clientes, eso es una gran interrogante”, detalla el ejecutivo.

Esta situación podría generar una baja importante de usuarios para operadores móviles virtuales, principalmente en aquellos que únicamente ofrecen servicios de telecomunicaciones o que forman parte de un programas de lealtad, como BAIT de Walmart, Oxxo Cel y Soriana Móvil, que a diferencia de los operadores tradicionales recompensan a sus clientes con megas al realizar compras.

“A la gente ya no le va a gustar dar sus datos a cambios de 100 puntos cada mes, por ejemplo. ¿Para qué?”, se cuestiona De la Cruz.

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Pero esto no significa que los OMV tengan que salir del mercado mexicano, sino que los llevaría a buscar soluciones, que podrían ser en bloque, o hacer una adopción mucho más fuerte de los canales digitales para mantenerse.

“Lo más duro para ellos sería que los jugadores tradicionales repliquen sus ofertas, ahí sería adaptar la flexibilidad de sus promociones. Veríamos tal vez la desaparición de algunas tarifas extremadamente flexibles y tendrían que recurrir a maneras de generar barreras de salida para los usuarios”, indica Jesús Romo, director de Telconomía.

Esto es grave porque, además de que le afecta a los usuarios, el analista explica que en el primer trimestre de 2021 las líneas que están empujando el crecimiento del segmento móvil son las de prepago. "Los usuarios perderían seguramente opciones en el mercado y la competencia de tarifas bajas. Los OMV tendrían que hacer el cálculo de cuánto pueden absorber este costo y cuánto va para el consumidor final".

Los que se salvan

Entre los OMV que existen en el mercado, hay algunos que parece no correrán el mismo riesgo que sus competidores ante la implementación del Panaut. Modesto Gutiérrez, cofundador y presidente de Miio, un telcobank que ofrece servicios de telefonía móvil y financieros, explica que para registrar a un nuevo usuario es necesario cumplir con la regulación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que incluye –entre lo más relevante– la prueba de certificación de la credencial de elector y del CURP.

“Pedimos una selfie de la persona, nosotros nos encargamos de comparar que sea la misma imagen a la credencial de identificación. Hacemos hasta la prueba de vida, que es a través de un software que mide en segundos si los movimientos de la persona son reales”, dice.

En medio de todo, el panorama todavía es incierto. Para Jesús Romo, el principal problema del Panaut es que ni siquiera existe la claridad necesaria para saber cómo sería, quién lo implementaría y qué repercusiones traería a todos los operadores móviles del mercado.

Andrés Serra dice que en inXel están en espera de saber si el padrón sigue adelante o no para apegarse al marco regulatorio y tomar acciones. Por ahora, su posición es no adelantarse, explorar opciones y asegurar que sus clientes sigan recibiendo servicios de calidad.

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