La mala justificación de algunas opiniones en el Senado fue “la oposición”. Ahora todo control social tiene que ver con ello, si no estás de su lado entonces eres parte de la oposición; que pésima y notoria forma de hacer cumplir los caprichos del patrón.
Lo he dicho públicamente, no era el modo, si bien se requiere un combate frontal a este tipo de delitos, fraudes, estafas, extorsiones donde la telefonía móvil es el principal medio comisivo, meterse en un escenario en donde el usuario pueda estar plenamente identificado, para que posteriormente se vea inmerso en un señalamiento directo de la autoridad, deja un mal sabor de boca y nos deja del lado de la desprotección.
El aumento de actividades ilícitas sin duda sería una de las consecuencias que no se han puesto a pensar, el costo de sim´s en el mercado negro e informal aumentará, ni se diga de los robos con violencia, por el simple hecho de tener una identidad ya verificada de persona determinada para así cometer delitos a su nombre; pensemos en los dueños de cualquier tipo de empresa si su móvil es robado, vaya, diversos tipos de delitos teniendo como base la usurpación de identidad se me vienen a la mente, y cómo negar que fue de un número correspondiente a persona ya identificada.
Mucha gente por temor o desconocimiento recurrirá al mercado negro para obtener números ya validados, la usurpación de identidad no podrá ser cuantificada, pues las personas no suelen tener una cultura de la denuncia y menos con delitos cometidos a través de medios electrónicos y/o digitales.
Se pregona una supuesta austeridad gubernamental y, haciendo cuentas, los costos para almacenar con seguridad, de manera correcta y con mecanismos robustos son elevados, muchos millones que seguramente están canalizados a estadios de béisbol, lo cual deja en un estado de indefensión ante filtraciones, fugas.
Aunque cayeran en manos de la iniciativa privada, no existe una garantía del correcto trato y almacenamiento, siempre el factor humano de error estará presente a cualquier aspecto; el hecho de poder vender un padrón biométrico suena a jugosas cantidades monetarias. Recordemos que los datos biométricos no se pueden modificar y con ello se puede trazar la identidad de una persona concreta.