Alejandro Guerra ha dado un giro inesperado a su carrera. Graduado de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Austin, Texas, había pasado la última década en el mundo de la construcción. Primero ocupando varias posiciones en Cemix —una empresa mexicana fundada hace 40 años con la misión de bajar el costo de la construcción mediante el desarrollo de materiales y sistemas innovadores—, luego como director general de Almicon, un spin-off de Cemix enfocado en tuberías, válvulas y bombas.
Guerra decidió dejar la comodidad de una industria ya conocida por él, para probar suerte en otra completamente diferente: el retail automotriz. Kavak lo reclutó en enero como gerente regional para la Zona Norte y este mes lo nombró director general para México, en un momento en el que la empresa enfrenta una expansión acelerada y los retos se acumulan conforme avanza por Latinoamérica.
Tras levantar 385 millones de dólares en octubre y otros 485 millones en abril, el primer unicornio mexicano ha iniciado un proceso de expansión en la región, empezando por Argentina y Brasil, al tiempo que busca consolidarse en el mercado mexicano.
El nombramiento de Alejandro Guerra se suma al de Jaime Macaya, como director general en Argentina. Carlos García Ottati, continúa como CEO global de Kavak.