Sin embargo, esto solo constituye un porcentaje muy pequeño de los costos reales de la pandemia. En México, la penetración de prima de seguro es de 2.33% de PIB, en comparación con el promedio de la OCDE (9.01%).
Estas son algunas de la lecciones que las industrias relacionadas con la salud en México aprendieron durante la emergencia sanitaria y que contaron en el panel El futuro de la salud post pandemia, parte del Expansión Summit.
El sistema de salud en México está rebasado
El COVID-19 mostró muchas de las debilidades del sistema de salud mexicano, que no pudo brindar una atención suficiente a la mayoría de la población, especialmente a los sectores más vulnerables y de menores ingresos.
"Las redes de protección a los más pobres falllaron", dijo Eduardo González-Pier, socio fundador de Blutitude, una empresa de análisis del sector y que elabora el ranking de hospitales privados que publica Expansión.
González-Pier es coautor del informe La respuesta de México al COVID-19, un estudio de caso. La investigación encontró que México fracasó en su respuesta al COVID-19 respeto a lo que hicieron otros países.
Cuatro datos lo muestran: el alto exceso de mortalidad, la enorme tasa de mortalidad en pacientes hospitalizados, la alta tasa de moralidad entre personal sanitario de primera línea y la lenta aplicación de las vacunas.
"Tenemos la necesidad de regresar y rediseñar mejores redes de protección para las poblaciones más vulnerables", señaló González Pier.
La pandemia también puso de manifiesto la poca sostenibilidad presupuestaria del sector salud público en México, que se reflejó en una atención lenta e insuficiente ante la amgnitud de la demanda, explicó Sofía Belmar, presidenta de la Asociación Mexicana deInstituciones de Seguros (AMIS).