Ver y probar. Este era el ritual para la compra de decenas de producto hasta antes de la pandemia, incluidos los cosméticos. Pero la marca estadounidense IPSY quiere hacer las cosas diferentes en México a través de un servicio personalizado, al que se accede a través de una suscripción mensual. Un formato que en 2015 otras marcas habían probado para la comercialización de ropa y que ahora regresa con fuerza para la venta de cosméticos.
Con el pago de 319 pesos, quienes contraten el servicio de IPSY, recibirán una bolsa con cinco productos -maquillajes, productos para el cabello o skincare-. La empresa seleccionará los productos basándose en la data que recogen de sus clientes. Estas bolsas serán enviadas desde el centro de distribución de la firma que se encuentra en Texas, Estados Unidos, en tanto, se alistan alianzas para la logística en México.
México es el primer país fuera de Norteamérica al que llega la empresa, que se fundó en 2011. Para Marcelo Camberos, cofundador y director general de BFA industries, el atractivo del mercado es su tamaño y la creciente búsqueda de productos y servicios personalizados.