Pero esta vez es distinto. De acuerdo con una fuente cercana al proceso, que pidió no ser citada, el gobierno federal está interesado en rescatar a Altán Redes porque la compañía es fundamental para los objetivos de conectividad de la administración a través de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, que depende del despliegue de infraestructura de Altán Redes para llegar a zonas remotas en donde aún no hay internet, por lo que si quebrara, el plan de la Red Compartida se vería mermado.
La compañía aún arrastra las secuelas de la crisis provocada por la pandemia. En 2020 Altán entró en un déficit de ingresos de 58,000 millones de pesos debido a que algunas de las empresas que querían utilizar su red demoraron la suscripción de contratos, así como el lanzamiento de ofertas de mercado, “lo cual generó que, a pesar de tener una tendencia al alza, no se alcanzaran las proyecciones del número de clientes esperados”, según explicó la empresa en el documento de solicitud a concurso mercantil del cual Expansión tiene copia.
La fuente señala que Altán Redes no está desplegando infraestructura por sí misma, sino que se apoya de sus proveedores para llegar a sitios remotos del país. “(Altán) está viendo con sus mismos proveedores si pueden apoyar a la empresa para eso (despliegue de infraestructura), pero esto no implica que en su momento empiece su desarrollo por sí misma”, asegura.
Altán no será una empresa estatal
La nueva inversión de capital por parte de la banca de desarrollo coloca al gobierno como el mayor inversionista de Altán; sin embargo, la fuente con conocimiento del tema descarta que esto implique que la compañía se convierta en una empresa del Estado como Pemex o CFE, pues la inyección que realizará será bajo la figura de Crédito en Posesión de Deudor (DIP), es decir, que la deuda la tendrá Altán, aunque, dijo, esto dependerá del diseño del modelo de pago de las instituciones financieras.
La fuente acotó que adicional a la inversión que hará la banca de desarrollo, algunos Operadores Móviles Virtuales (OMV) que se alojan en la infraestructura de Altán quieren invertir en la empresa. “Hay muchos inversionistas interesados. Hay OMV que quieren invertir en Altán, pero son pequeños, esto hace que la empresa siga siendo atractiva para invertir”, asegura la fuente.
Cambios al interior de la compañía
El rescate de Altán no solo será en términos financieros, sino también al interior de la compañía, pues la fuente con conocimiento del tema apunta que también habrá movimientos en el Consejo de Administración y esta semana el gobierno federal podría informar la llegada del nuevo director general de la compañía, Carlos Lerma Cotera, quien funge como Jefe de la Oficina de Coordinación de la Oficina del Secretario SHCP, en sustitución de Salvador Álvarez.
“Los acreedores están de acuerdo con que llegue un nuevo director porque esto implica que llegará la primera inversión grande que está haciendo el gobierno federal a una empresa privada, y este es el primer rescate que se está viendo en esta administración”, señala la fuente cercana al proceso.
Comenta que es probable que el nuevo director general llegue con "nuevas ideas de operación", pero no considera que exista un riesgo de modificar radicalmente el funcionamiento de la empresa.
Los 119 acreedores que Altán reconoció están de acuerdo con cada monto publicado en el oficio emitido por el Juzgado Primero de Distrito en materia de concursos mercantiles, lo cual conlleva a que el conciliador y Altán desarrollen el documento de convenio de clientes para el pago de adeudo, el cual puede contener dos formas de saldo: "quita", es decir, reducir la cantidad de la deuda; o "una espera para el pago", es decir, modificar el plazo del pago.
“El proceso de concurso mercantil dura un año, que para Altán termina el 26 de enero (de 2023) y antes de esa fecha debe de existir un convenio de acreedores, esto es, definir cómo se les va a pagar”, explica la fuente.
La empresa espera salir del proceso de concurso mercantil este año.