Ahí es donde los especialistas hallan el principal fallo: la ausencia de nuevos proyectos, sobre todo, renovables con bajos costos, deja a la compañía sin armas para competir con los privados que pueden vender energía más barata en el mercado.
Posibles respuestas
El gobierno podría recurrir a la táctica que ha seguido hasta el momento: la paralización de nuevos permisos de construcción u operación, señalan los analistas consultados.
El sector privado cuenta ocho plantas pendientes de entrar al mercado porque el gobierno no ha autorizado su interconexión. El asunto no es nuevo: la CRE ha detenido los permisos desde hace un par de años y se ha alejado de su naturaleza técnica. Los especialistas dicen que esa constante seguirá.
Y ahora que la Secretaría de Hacienda dejará a Pemex dar sus primeros pasos en solitario tras un apoyo continuo, podría voltear hacia la eléctrica nacional como destino de sus apoyos.
Para este año, hay 73,000 mdp aprobados para ser entregados a la CFE por este concepto. Pero la cifra podría quedarse corta: los precios del gas natural, el principal combustible que usa la estatal, están subiendo y haber incluido las tarifas en el plan para contener la inflación aumentará la presión sobre las finanzas públicas y de la compañía, que tendría naturalmente dos opciones para compensar sus mayores gastos: incrementar su necesidad de subsidios públicos o subir sus tarifas. La segunda queda descartada.
Moody’s dijo en un reporte publicado un par de días después del rechazo a la reforma que la estatal podría recibir transferencias extraordinarias desde el gobierno, aunque estas aún son inciertas. El desempeño financiero de la CFE, dice la agencia, “seguirá siendo débil en los próximos 12 a 18 meses en medio de un entorno de precios altos de gas natural y desafíos relacionados con su programa de gasto de capital que requerirá financiamiento de deuda”.
La dinámica del mercado y el papel de la CFE penden ahora prácticamente de dos partes: las siguientes decisiones del gobierno y del poder judicial, especialmente, de los jueces especializados en competencia y de la Suprema Corte, adonde podrían llegar algunos amparos si la LIE se echa andar.
Y aquí entra una segunda constante: el sector seguirá plagado de procesos judiciales y los privados podrían presentar arbitrajes internacionales. La CFE ya suma algunos: un arbitraje con Iberdrola por la puesta en marcha de Topolobampo III y 21 juicios de arbitraje causados por problemas de pago de combustibles, según los estados financieros de la empresa.
No existe ninguna certeza, solo la premisa de que en un documento por ahora suspendido está el futuro de la relación entre el gobierno, la CFE y los privados. Pasó un año desde la aprobación de la reforma a la LIE, un año en el que se presentó, se discutió y se desechó. “Ha sido como regresar con la ficha en un juego de serpientes y escaleras, cuando caes y regresas a un punto. Estamos en el mismo punto en que estábamos en marzo de 2021”, dice Barrios.