¿En la mira de Cofece?
Esta no es la primera vez que Ticketmaster está en el ojo público debido a sus prácticas de venta de boletos. En diciembre de 2015, la Cofece inició una investigación por posibles prácticas monopólicas relativas en el mercado de la producción y promoción de espectáculos en vivo, operación de centros para espectáculos en vivo y venta automatizada de boletos
“Sabemos que la industria de espectáculos en México ha crecido en los últimos años y es muy dinámica, pero observamos la existencia de pocos agentes económicos en los distintos eslabones. Sabemos de la existencia de agentes económicos que han pretendido prestar servicios en estas industrias y hemos visto que ha habido problemas para el acceso, por lo que consideramos que es pertinente iniciar el análisis de las condiciones de competencia en este mercado, y de la existencia o no de estas exclusividades o negativas de trato”, dijo, Carlos Mena, a Expansión en mayo de 2016, como titular del Área de Investigación de la Cofece.
En esta investigación, las implicadas fueron CIE, OCESA, Ticketmaster, Venta de Boletos por Computadora (VBC), ETK Boletos (ETK), Operadora de Centros de Espectáculos (Operadora) e Inmobiliaria de Centros de Espectáculos (ICESA). La Cofece encontró indicios de conductas de uno o varios agentes económicos, pertenecientes a Grupo CIE, que posiblemente habrían desplazado indebidamente, impedido el acceso a otros participantes o establecido ventajas exclusivas en favor de las empresas del Grupo que prestan el servicio de boletaje.
Sin embargo, la autoridad dio carpetazo a la investigación en 2018, después de que Ticketmaster presentó compromisos jurídicos y económicos para restaurar sus prácticas, entre ellas, eliminar las cláusulas de exclusividad que mantienen en sus contratos con promotores y operadores ajenos a Grupo CIE, entre otras.
¿Qué ocurre con la reventa?
Los boletos agotados son una constante de los eventos que realiza Ticketmaster, lo que ha generado una gran reventa de boletos a precios más elevados. Y aunque es una práctica común, está en un hueco legal que impide tomar cartas en el asunto, aunque termina por dañar a los consumidores.
En la Ley de Competencia Económica, se prohíbe que empresas establezcan condiciones para la venta a terceros, quienes ya adquirieron el producto o servicio, lo que limita a que Ticketmaster tome cartas en el asunto de la reventa de los boletos. En tanto, al no ser considerada un delito mayor, esta actividad es castigada con arresto de entre 25 a 36 horas y una multa equivalente a 30 días de salario mínimo.
“Si la empresa estableciera medidas para frenar la reventa estaría fallando en una práctica relativa, así que los consumidores pueden hacer lo que quieran con los boletos”, dice el especialista de Santamarina & Steta.