Desde entonces, la situación comenzó a empeorar para las importaciones desde Asia, ya que el indicador de esta empresa empezó a reflejar cifras más elevadas hasta alcanzar los 15,000 dólares por contenedor en octubre de 2021 y, a partir de ese pico, diversas fluctuaciones que situaron la tarifa en 3,700 dólares en septiembre de 2022. Y a esta situación hay que sumar la influencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
La importancia de los datos radica en que, según la Organización Marítima Internacional (OMI), más del 80% de las mercancías a nivel mundial se transportan por mar. De este modo, la caída en las tarifas de flete marítimo podrían traducirse en una estabilización de la cadena de suministro de cara a 2023, comenta Carlos Martner Peyrelongue, coordinador de Transporte Integrado y Logística del Instituto Mexicano del Transporte (IMT).
El investigador espera que, para el próximo año, la demanda de servicios de transporte marítimo disminuya, derivado de la inflación, que en el país, según el Banco de México, se ubicará en 8.6% al finalizar 2022, y los signos de recesión económica que presentan Estados Unidos y China. Con esto también se reducirán las demoras para conseguir espacios en buques y equipo de transporte, como contenedores, trenes y camiones.
De lo global a lo local
Pese a que la cadena de suministro global comience a ver la luz al final del túnel, el covid-19 demostró que en cualquier momento se puede fracturar y es ahí donde el nearshoring conserva su vigencia. Este fue uno de los temas en el XXVI Congreso Anual de Agentes Navieros, organizado recientemente por la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), organismo que aglutina a 120 agencias navieras, que representan el 93% de los buques que movilizan 95% de la carga en puertos mexicanos.
Para Martner Peyrelongue, todavía es temprano para ver los efectos del nearshoring en México, pero el fenómeno ya comenzó y sus primeros frutos se verán en el mediano plazo; aunque sostiene que un buen indicador radica en la inversión extranjera directa (IED) que, con base en datos de la Secretaría de Economía (SE), concluyó el primer semestre de este año con 27,000 millones de dólares, un alza de 49.2% interanual.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México tiene potencial para añadir 35,300 mdd anuales de ganancias en sus exportaciones de bienes, derivado del nearshoring, esto es casi la mitad de los 78,000 mdd que estima para Latinoamérica. No obstante, los especialistas del sector opinan que el país podría perderse la oportunidad si no enfrenta añejos problemas que atañen, principalmente, al gobierno.
Norma Becerra Pocoroba, presidenta de la AMANAC, opina que en el país debe acelerarse la facilitación del comercio a través de una mejor comunicación entre el sector público y el privado, asumiendo compromisos por parte de todos los actores de la cadena logística, desde navieras y puertos hasta aduanas y agentes aduanales, agentes de carga, transporte ferroviario y autotransporte, con la finalidad de incrementar el comercio exterior.
Sin embargo, existen obstáculos internos. Ramón Medrano Ibarra, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), opina que uno de los principales retos para atraer inversiones y eficientar el transporte carretero radica en los altos niveles de inseguridad que presenta esta actividad.
A esto hay que añadir, agrega, desafíos como la escasez de 54,000 operadores de camiones, sobrerregulación de la actividad en estados y municipios, ausencia de Estado de derecho en la constante toma de casetas y la falta de paradores seguros en las carreteras para el descanso de los operadores, entre otros.
Leonardo Gómez Vargas, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), considera que el factor humano es lo más importante en la cadena logística, por lo que el gobierno y los concesionarios de autopistas deben garantizar la instalación de paradores seguros, ya que por autotransporte se mueve alrededor de 60% de la carga en México. Para que sea un sector más eficiente, debe tener condiciones dignas para los operadores ante los constantes robos de mercancías.
Datos de la consultora Sensitech, que evalúa los robos en carreteras, colocan a México en un riesgo “severo” respecto del robo de mercancías, pues solo en 2021 se registraron 19,876 eventos, 96% de ellos con violencia. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública da cuenta de que la incidencia delictiva en el transporte de carga de los fueros común y federal sumó 7,416 incidentes de enero a julio de este año, lo que significó un incremento de 2.2% en función de 2021.