Algunos propietarios de autos de marcas chinas en México se enfrentan a un problema: los prolongados tiempos de espera para las reparaciones. Este inconveniente, que en ocasiones llega a extenderse hasta cuatro meses, se origina por una serie de obstáculos burocráticos y logísticos que complican la importación de las refacciones necesarias para las reparaciones mayores, además de la falta de convenios entre las aseguradoras y los grupos de concesionarios.
¿Qué pasa con las refacciones de autos chinos y los tiempos de espera?
Chirey, al igual que otras marcas chinas, cuenta con un centro de refacciones en México, ubicado en Tultitlán, Estado de México, desde julio de 2022. Aunque en este almacén hay disponibilidad de los componentes de mayor demanda, hay algunos componentes muy específicos, como motores, partes eléctricas y baterías de litio, que están siendo demandados por aquellos clientes que se han visto involucrados en siniestros. No obstante, su importación enfrenta varios desafíos.
¿Por qué tardan en llegar las refacciones chinas?
Ricardo Arvizu, gerente de producto de Chirey, una de las marcas chinas presentes en el mercado mexicano, detalló que el principal obstáculo que enfrentan los fabricantes e importadores de vehículos chinos en México es la burocracia que rodea la importación de este tipo de refacciones.
Algunas piezas plásticas y textiles, que no están relacionadas con componentes eléctricos, pueden importarse de forma relativamente fácil siguiendo las reglas de etiquetado. Sin embargo, cuando se trata de partes del motor o metales en contacto con gases de CO2, surgen complicaciones debido a la necesidad de presentar certificados específicos de entidades como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Economía (SE), para garantizar que no emitan plomo ni se derritan al calentarse.
Un problema similar se tiene con los componentes eléctricos, como cables USB, baterías de litio y dispositivos de radiofrecuencia, que deben cumplir con normativas relacionadas con la transferencia de electricidad y la emisión de pulsos eléctricos.
Arvizu explicó que el tiempo que toma realizar estos trámites ha incrementado debido al próximo cambio de gobierno. Si bien faltan varios meses para el cambio de administración, ya hay varios cargos en las oficinas gubernamentales que han quedado vacantes debido a que los funcionarios han decidido postularse para otras posiciones. “Nos ha pasado que quien firmaba los permisos necesarios para la importación de piezas ya no se encuentra en su cargo y eso nos retrasa todo el papeleo para solicitar las refacciones a China”, dice.
Los fabricantes enfrentan un dilema: ¿esperar a que todos los documentos estén en orden antes de realizar los pedidos o arriesgarse a importar piezas con la esperanza de que se resuelvan los trámites a tiempo? Pero si el embarque llega antes de que se resuelvan los trámites de autorización, las piezas quedarían en un estado de "depósito fiscalizado", lo que implica pagar recargos hasta que se puedan liberar. En la mayoría de los casos, toman la decisión de retrasar las importaciones hasta tener los papeles listos.
Este problema es aún más desafiante para las marcas chinas que han experimentado un rápido crecimiento en el mercado mexicano. Cuando comenzaron a vender 100 o 200 autos mensuales, los retrasos en las reparaciones no eran tan notorios, y podían responder más rápidamente a las solicitudes de los propietarios. Sin embargo, a medida que las ventas aumentaron a 3,000 autos mensuales, los casos especiales y las necesidades de repuestos se multiplicaron.
Lo que antes representaba el 10% de los casos se tradujo en un gran número de vehículos esperando por refacciones. El resultado fue un incremento sustancial en los tiempos de espera para los conductores y una creciente insatisfacción en el mercado.
"Ese 10% de casos especiales ya no son tres carros, son 300. Entonces pues sí empieza a haber ya mucho ruido y eso es lo que nos está afectando", dice Arvizu.
“Tener una planta nos ayudaría mucho”
El problema de las demoras en las reparaciones no afecta a todos los fabricantes por igual. Aquellos que ya tienen plantas en México encuentran un proceso más sencillo, ya que cuentan con órganos de homologación y regulación distintos a los de los importadores.
Tanto Chirey como MG, las dos marcas chinas que actualmente encabezan las ventas entre todas las provenientes de ese país que han llegado a México, han dicho que tienen intenciones de poner una planta en el país con el objetivo de ensamblar vehículos, tanto para consumo local como para exportar. Arvizu dice que tener una instalación local también “ayudaría mucho” a mejorar la disponibilidad de refacciones.
Para superar estos obstáculos mientras se define la construcción de las plantas, algunas marcas chinas han optado por traer vehículos completos para ‘canibalizarlos’ en caso de necesitar piezas específicas. Chirey, por ejemplo, importó 10 unidades de su modelo Tiggo 8 Pro e+ para tener disponibilidad de baterías de litio y de componentes del sistema eléctrico, y atender posibles casos especiales. Esta estrategia le permite evitar la complejidad de importar piezas sueltas y garantiza un suministro más rápido en caso de reparaciones.
La marca china también ha dispuesto una flota de unidades para prestarlos a los clientes en casos especiales, en donde la importación de la pieza demore varias semanas.
Homologar acuerdos con aseguradoras, el otro reto
Además de los problemas relacionados con la importación de piezas, la falta de convenios entre las aseguradoras y los grupos de concesionarios agrega un obstáculo adicional para los propietarios de autos chinos. Algunos talleres de distribuidores aún no tienen acuerdos con todas las aseguradoras, lo que obliga a los conductores a recurrir a talleres de otras marcas para hacer válidas sus pólizas de seguro.
Por ejemplo si el grupo distribuidor tiene, además de una agencia de la marca Chirey, otra de Honda o General Motors o Nissan que sí tengan convenio con su aseguradora, lo más seguro es que le pida al cliente llevar el modelo a cualquiera de estas tres últimas para que allí él puedan realizar la reparación. No obstante, esto conlleva una triangulación de piezas y prolonga los tiempos de espera para las reparaciones.
Arvuzu detalló que normalmente estos convenios se establecen a nivel de grupos de distribuidores, sin embargo, los fabricantes chinos están buscando formas de levantar acuerdos con aseguradoras que abarquen a todos los distribuidores.