Hasta el pasado 30 de octubre General Motors era la automotriz que aún no llegaba a un acuerdo con la United Auto Workers (UAW). Las resoluciones alcanzadas con el resto de las compañías aún deben de ser ratificadas.
“Afortunadamente ahora estamos en el proceso de ratificación de los acuerdos. El proceso establece que, una vez que se alcance el acuerdo preliminar, se tiene que someter a votación democrática y abierta por todos los miembros del sindicato, sin embargo, nosotros somos muy optimistas de que se estarán ratificando estos acuerdos en los próximos días sin ningún problema”, mencionó Armando Cortés, director de la INA.
La huelga se dio en medio de uno de los mejores momentos para la producción de autopartes en el país. En agosto, ésta alcanzó un valor de 10,682 millones de dólares, la cifra más alta para cualquier mes desde que se tiene registro, de acuerdo con el organismo.
Aún queda pendiente cifrar las afectaciones directas de la huelga en la producción nacional de autopartes. Los
datos son publicados por el organismo con dos meses de desfase. Así, las cifras de septiembre y octubre (los meses en los que se detuvieron las operaciones) serán dadas a conocer en los meses próximos.
La INA mantiene su expectativa de que la producción de este 2023 llegará a los 117,530 millones de dólares, lo que significará un repunte anual de 12.1% y la cifra más alta para cualquier año desde que se tienen registros.
“De cualquier manera, por los datos que hemos estado compartiendo en las últimas semanas, no estimamos que vaya a afectar el pronóstico que tenemos actualmente de producción, que es un pronóstico histórico comparado contra todos los años anteriores. En ese sentido lo que pediría sería esperar a los siguientes meses, a diciembre y enero, para ver cuál fue la reducción estimada generada por la huelga”, agregó Cortés.
Los componentes más producidos en México son los eléctricos, seguidos de transmisiones, embragues y sus partes; telas, alfombras y asientos automotores; componentes para motor; suspensión, dirección y sus partes, así como motores a gasolina.
Las negociaciones de la UAW con las “tres de Detroit”, como se les conoce a estas grandes armadoras, concluyó con alzas salariales por encima del 30%, así como bonos y otras prestaciones. Algunos trabajadores en Canadá, impulsados por el sindicato, replicaron la huelga en búsqueda de mejores condiciones laborales.
Odracir Barquera, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, descarta que movimientos similares se contagien al mercado mexicano. “No hemos visto señales al respecto”, dijo.