El reto tras la expansión
Una de las principales preocupaciones que plantea Griffins en la expansión de la marca a Norteamérica es que los vehículos Cupra se deben adaptar al mercado estadounidense. Los automóviles pequeños que son populares en Europa no son necesariamente los más adecuados para los clientes estadounidenses. Por lo tanto, el grupo automotriz tendría que enfocarse en desarrollar una gama de productos que satisfaga las necesidades y preferencias de los compradores en Estados Unidos.
Otro desafío importante que enfrenta el Grupo Volkswagen es la producción regional. Hasta ahora, la compañía se ha enfocado en utilizar la capacidad de producción del Grupo Volkswagen y aprovechar las sinergias entre las marcas. Por ejemplo, el nuevo Cupra Tavascan se fabricará en una planta de Volkswagen en China, mientras que el SUV Cupra Terramar se producirá en una planta de Audi en Hungría.
Europa es el mercado más importante para la marca en ventas, por ello la mayor parte de la producción de los modelos de la marca ocurre en esa región; pero para ser rentable en el mercado estadounidense, es esencial fabricar los vehículos en Norteamérica. Si bien México es una opción –con una planta de Audi y otra de Volkswagen en Puebla–, los ejecutivos aún no han confirmado nada.
“Existen plataformas de cruce (sobre las que se fabrican varios modelos de varias marcas del grupo) ya establecidas en la región. Esta situación presenta una oportunidad que estamos vigilando de cerca y estamos abiertos a iniciativas de colaboración que podamos aprovechar”, dice Griffins.
¿Y Seat?
El buen desempeño de Cupra, que hasta hace cinco años era sólo una versión deportiva de Seat, ha generado cuestionamientos sobre si el Grupo Volkswagen –dueño de ambas marcas– podría elegir a Cupra para asumir el papel de Seat como marca de modelos de nicho, pero con vehículos más rentables y electrificados. Al cierre de 2022, Cupra generó 40% de las ventas reportadas por ambas marcas, un crecimiento exponencial desde su lanzamiento en 2018, cuando apenas representó 3% del total de ventas reportadas, según datos del último reporte anual.
A principios de año Griffiths, CEO de Seat y Cupra, dijo que, en línea con la tendencia hacia la electrificación, la marca Cupra se enfocaría en las motorizaciones eléctricas, mientras que Seat continuaría ofreciendo modelos con motor de combustión.
“Tomamos la decisión de iniciar nuestra incursión en el mercado de vehículos eléctricos con nuestra propia marca, al tiempo que continuamos nuestra presencia en el sector de combustibles con Seat. Esta estrategia de mantener dos marcas, una con motor de combustión y otra con opciones eléctricas, representa una combinación estratégica, cuyo éxito o fracaso dependerá en gran medida de la evolución del mercado de vehículos eléctricos", dice Griffiths.