1. Tasa de interés: nunca antes las tasas de interés habían estado tan bajas, 8% en promedio para el sector, y se espera que hacia finales de este año o principios de 2022 inicien su tendencia al alza.
2. Precios: luego de los incrementos de los últimos años, la pandemia provocó la desaceleración del mercado.
En la vivienda en México que oscila en los 5 millones de pesos (mdp) o más no se esperan aumentos de precios, situación contraria a aquella que vale menos de 1.5 mdp, advierte Bernardo Silva.
El costo de la vivienda es mayor si se ubica en una zona céntrica o urbana.
3. Promociones: muchos desarrolladores al ver que el mercado perdía dinamismo aplicaron promociones para poder mover (vender) el inventario, pero parece que estas llegaron para quedarse.
“El mercado hipotecario en 2020 sufrió una contracción en cuanto al número de créditos otorgados de 7%”, señaló José Luis Vásquez, mientras que el monto promedio de los créditos bajó 6.5%.
El monto total de colocación de financiamientos, incluye Infonavit, FOVISSSTE, en 2020 fue de 161,100 mdp, mientras que en 2019 fue de 367,600 mdp, de acuerdo con el reporte anual de vivienda 2020 del Infonavit.
Durante esta pandemia las inmobiliarias han comenzado a incluir mayores espacios para que la gente pueda trabajar o estudiar desde casa. Por el lado de los compradores, quienes pueden realizar sus actividades de manera remota, han empezado a buscar inmuebles fuera de la Ciudad de México.
En caso de que la gente ya vaya a volver a la oficina, recomendó Vásquez, es posible considerar una vivienda de un costo mayor, pues lo que se gastaba en gasolina o transporte, comidas fuera de casa, entre otros gastos que ya no se realizarán, se tendría la posibilidad de mejorar el crédito.
¿Cuándo no es buen momento?
1. Volatilidad en el ingreso: Es preciso ser honesto en cuanto al a capacidad de pago para no poner en riesgo el patrimonio, por lo que si los ingresos suelen ser volátiles o inestables, un momento de crisis e incertidumbre no es buen momento para adquirir una deuda que se va a pagar en 10, 15 o más años.
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2. Rentas: el hecho de que haya buenas oportunidades de renta también puede hacer que esta sea una mejor opción que optar por un crédito.
¡Ojo! Una de las principales recomendaciones de los expertos consultados es tener cuidado de algún intermediario que solicite el pago de alguna comisión. Lo mejor es ir directamente con los bancos, constructoras o con Infonavit y FOVISSSTE. “Cualquier cosa que incluya dos o tres manos en el proceso de financiamiento, yo diría que mejor no se arriesguen”, dijo José Luis Vásquez, académico de la Ibero.