Wall Street subió ante la búsqueda de oportunidades de los inversores tras las fuertes pérdidas de la sesión previa, pero los tres principales índices sufrieron su peor declive porcentual semanal desde marzo.
Las operaciones del día estuvieron marcadas por la alta volatilidad, con el S&P 500 subiendo alrededor de un 3% en sus máximos de sesión y con una baja del 0.6% en su mínimo.
La indicación esta semana de la Reserva Federal de un largo camino para la recuperación y un alza de casos de COVID-19 en Estados Unidos puso paños fríos al optimismo de los inversores de un rápido repunte económico, y el S&P 500 se hundió alrededor de un 6% el jueves.
El viernes, los sectores financiero y tecnológico le dieron el mayor impulso al S&P 500, que cerró bien por sobre su promedio móvil de 200 días, un nivel técnico seguido de cerca por los inversores.
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En la semana, el Dow Jones perdió un 5.6%, el S&P 500 descendió un 4.8% y el Nasdaq cayó un 2.3%, las mayores bajas porcentuales para los índices desde la semana culminada el 20 de marzo.
El índice de volatilidad Cboe cayó durante la jornada pero registró su mayor aumento semanal desde la semana terminada el 13 de marzo.
Esta semana, el Nasdaq confirmó que ingresó en un mercado alcista desde el 23 de marzo y el S&P 500 acumuló brevemente ganancias para lo que va del año.
La Bolsa mexicana también ganó e interrumpió una racha de tres días con pérdidas. En la semana, el índice de la BMV, el IPC, cayó más de 3%. El jueves, la plaza retrocedió un 3.76% tras conocerse que la producción industrial local se hundió 29% en abril, su peor caída en la historia.