Por otro lado, al subir la inflación también aumenta la preocupación de que la Reserva Federal eleve la tasa de referencia, dice Carlos Ponce, socio fundador de SNX, firma de inversión y estrategia bursátil.
El año pasado, la Reserva Federal, y otros bancos centrales en el mundo, bajaron sus tasas de referencia con la intención de estimular a la economía. Estas tasas también funcionan como guía para los créditos de los bancos, al bajarla, los créditos son más baratos, lo que incentiva el consumo y la inversión. Al haber más dinero en la economía, y una mejora en las expectativas económicas y por tanto en los resultados de las empresas, los inversionistas se encantaron por las acciones, haciendo que los principales índices subieran. Tan solo desde el punto más bajo del S&P500, uno de los principales índices bursátiles de Wall Street, el 23 de marzo de 2020, acumula un alza de 70.7%.
La tasa de referencia, que incentiva a la economía, también sirve para controlar la inflación. Las autoridades la suben para desincentivar el consumo y frenar el alza de los precios, pero por ahora no es una preocupación real. “Incluso si la Fed decidiera aumentar la tasa de interés de referencia, seguiría siendo muy baja y sería por “la razón correcta”: Un fuerte crecimiento económico previsto, lo que implica mucho mejores ganancias para las empresas en Bolsa”, indica Ponce.
La pregunta clave, dice Roldán, es si esto es un episodio malo para las Bolas o si van a seguir cayendo. A manera de respuesta, la especialista dice que pudo haber sido un ajuste, pero que mientras se mantengan estas expectativas de una recuperación económica más los estímulos económicos que se esperan y el avance de la vacunación, en realidad es una buena noticia. “Son ajustes, hay que cuidar que se hagan de manera ordenada, pero son buenas noticias para las acciones, porque implica que la economía va a seguir creciendo, la demanda de los productos de las empresa va a aumentar, sus ganancias se van a incrementar y el precio de sus acciones tenderá a subir”, dice.
Patrik Lang, director de capital e investigación y estrategia en Julius Baer, y Esty Dwek, jefa de Estrategia Global de Mercados de Natixis IM, coinciden en que es un mero ajuste y que en adelante las acciones de las empresas de sectores cíclicos -que se desempeñan a la par de la economía-, especialmente el industrial, de materias primas y financiero, se verán como los más beneficiados.