No es que la empresa sea ajena a la crisis. Los accionistas de Volaris sacaron la cartera e inyectaron 3,500 millones de pesos, de manera extraordinaria en septiembre del año pasado, para sacar a flote a la empresa de los estragos de la pandemia. Esta turbulencia se reflejó al corte de caja de 2020, las pérdidas sumaron 4,294 millones de pesos y sus ingresos cayeron 36.2% en el año.
Los números parecerían no augurar una buena inversión, pero en los últimos meses de 2020, la aerolínea logró revertir las pérdidas y mantuvo dinero en la caja, mientras que sus competidores, Aeroméxico e Interjet, estaban inmersos en sus propias crisis financieras. Los inversionistas aprovecharon esta oportunidad.
“Las aerolíneas de bajo costo han sido las más beneficiadas con la salida de Interjet, incluso Volaris abarcando actualmente una participación de mercado de 14 puntos porcentuales superior a niveles pre-pandemia”, dice Brian Rodríguez, analista de Monex.
Esta situación no es un caso único, sucede en otros sectores, pero ¿qué estrategia puede seguir un inversionista si quiere aprovechar la caída de una empresa? No hay receta mágica ni guía única, aunque hay ciertos elementos que se pueden tomar en cuenta.