Objetivos climáticos
Una venta vinculada a la sostenibilidad encaja con dos de los objetivos de Cemex: volver al grado de inversión y producir cero emisiones de carbono netas para 2050.
González dijo en la entrevista que cualquier otra venta de activos sería parte de su estrategia de crecimiento para América del Norte y Europa, en lugar de reducir el apalancamiento.
“Toda esta tendencia hacia el grado de inversión para nosotros abrirá muchas oportunidades para reestructurar diferentes partes de nuestra pila de deuda durante los próximos 12 a 24 meses”, agregó Al-Haffar.
Mientras tanto, Cemex está invirtiendo más en eficiencia energética y expandiendo su uso de energías renovables. Además, los objetivos climáticos ahora son un factor en la compensación de la alta dirección de la empresa.
Esto podría no ser suficiente para atraer a algunos inversionistas ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa), en caso de que la empresa siga adelante con un bono sostenible. Inversionistas y analistas de todo el mundo han puesto en duda que estos valores sean realmente ecológicos, señalando la falta de ambición de los objetivos que las empresas se comprometen a cumplir. La deuda ASG más tradicional restringe el uso de los ingresos de los bonos a proyectos específicos que cumplen las normas medioambientales.
Nuveen, el administrador de fondos de 1.2 billones de dólares, se mantiene alejado de los bonos vinculados a la sostenibilidad porque la estructura de la deuda es “deficiente”, escribió el mes pasado en un blog Stephen Liberatore, director de ASG de renta fija y estrategias de inversión de impacto. Nuveen rechazó operaciones de un emisor estadounidense de alto rendimiento y de una cementera india porque la estructura daba a los emisores “demasiada libertad” para invertir los ingresos, dijo.
Además, las sanciones prescritas “no creaban un incentivo suficiente” para que las empresas trataran de introducir cambios sustanciales en su huella de carbono, señaló Liberatore.
El doble objetivo de Cemex podría servir de motivación. Ahora más que nunca, las empresas de calificación crediticia tienen en cuenta los riesgos medioambientales y sociales. Moody’s Investors Service citó los ASG como consideraciones crediticias importantes en el 85% de las acciones de calificación del sector privado en 2020, frente a solo el 32% en 2019, señaló la compañía en un informe emitido el lunes.
Ser un rezagado climático también puede ser costoso para las empresas. Los emisores pueden reducir los costos de intereses en 0.15 puntos porcentuales o más vendiendo bonos verdes. El operador norteamericano de oleoductos Enbridge logró reducir sus costos de endeudamiento en 5 puntos básicos cuando vendió 1,000 millones de dólares en deuda ASG la semana pasada.
La deuda ASG y vinculada a la sostenibilidad también debería tener un desempeño mucho mejor tanto para el emisor como para el inversionista en tiempos de mayor volatilidad, dijo Al-Haffar.
“Creemos que el financiamiento sostenible le da a Cemex acceso a una base de inversionistas más amplia, lo que, en última instancia, favorece un descubrimiento de precios más eficiente, al tiempo que ofrece la oportunidad de reafirmar nuestra convicción de abordar el cambio climático”, señaló. “Los valores sostenibles tienden a ser más resistentes a los precios a lo largo de los ciclos económicos, lo que debería proporcionar importantes beneficios a los inversionistas durante períodos de aversión al riesgo”.