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Estas son las claves para entender el caso Evergrande

Evergrande es una de las principales firmas de China, la segunda economía más grande del mundo. Su colapso financiero puede arrastrar a otras compañías.
mié 22 septiembre 2021 05:06 AM

Entre más grande, más ruido al caer: Evergrande, la segunda firma inmobiliaria más grande de China, ha encendido las alarmas en todo el mundo financiero, pues la empresa está al borde de un default que puede poner en aprietos al sistema.

Hace una semana, la firma advirtió que podría incumplir en el pago de su deuda, porque no cuenta con efectivo. Ya de por sí, esta advertencia suele alarmar al mercado, más aún si se trata de una compañía enorme cuya deuda es de 300,000 millones de dólares, lo que equivale a 2% del PIB de China, la segunda economía más grande del mundo.

El escenario de Evergrande recuerda a muchos analistas lo ocurrido en 2008, cuando la firma de servicios financieros Lehman Brothers, cuya deuda era del doble de la de Evergrande (de 613,000 mdd), quebró y desencadenó una crisis en el sistema, hasta ese momento, sin precedentes. Para entender cómo se llega a este punto, primero hay que comenzar explicando qué es Evergrande.

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¿Qué es Evergrande?

Evergrande fue fundada en 1996 por el Xu Jiayin, quien alguna vez fue el hombre más rico del país y que actualmente tiene un patrimonio neto estimado de 9,820 millones de dólares, lo que lo convierte en el número 253 más rico del mundo, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.

Evergrande nació como una constructora. De acuerdo con la empresa posee más de 1,300 proyectos en más de 280 ciudades en China y ha construido (y entregado) más de 12 millones de viviendas. En el país más habitado del mundo (con 18% de la población mundial, según el Fondo Monetario Internacional), hacer y vender casas puede ser un buen negocio y la expansión de Evergrande no sé quedó en el sector de la construcción, la firma incursionó en otros sectores y se convirtió en un conglomerado que ocupa el lugar 122 en el Global 500 de Fortune.

El conglomerado chino tiene negocios en ocho diferentes sectores como en el automotriz a través de Evergrande New Energy Auto, en el sector turístico con Evergrande Fairyland, en la salud con Evergrande Health, en el sector del consumo, con Evergrande Spring, y hasta un equipo de fútbol, el Guangzhou FC.

La empresa cuenta con 200,000 empleados, genera ingresos por 73,150 mdd y cotiza en la Bolsa de Hong Kong, con un valor de mercado de 13,315 mdd.

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Estas son las claves para entender el caso Evergrande

¿Cómo se metió en problemas?

Una empresa tan grande con tantos proyectos en tantos sectores necesariamente necesitará de dinero para financiar sus proyectos y su expansión. Este dinero proviene de deudas con instituciones financieras, con inversionistas nacionales y también con extranjeros.

El problema es que gran parte de su operación se financia con deuda. El modelo de negocio de la empresa inmobiliaria consiste en vender sus proyectos antes de que estén terminados, y con ese dinero hacer nuevas obras.

Sin embargo, el coronavirus puso un frenó a la adquisición de inmuebles en China, y en todo el mundo, poniendo en aprietos a todo el sector, pues este modelo de negocio no es exclusivo de Evergrande.

Cuando las autoridades chinas se percataron que la deuda de todo el sector inmobiliario rondaba los 5 billones de dólares impusó ciertas reglas, entre ellas un tope de endeudamiento y que no se puedan vender las edificaciones hasta que estén concluídas. Así, Evergrande tiene las manos atadas.

Ahora, la firma debe enfrentar sus pagos de deuda sin poder vender proyectos que aún no concluye y en un mercado que se encuentra deprimido. La hora de hacer frente a sus compromisos se acerca: el jueves 23 de septiembre deberá pagar los intereses relacionados a su bono con vencimiento en el 2022, equivalentes a un total de 83.53 millones de dólares. Asimismo, el próximo 29 de septiembre vence el cupón del bono con vencimiento en el 2024, equivalente a 45.17 millones de dólares.

“En caso de que la compañía no liquide los intereses en los 30 días posteriores a la fecha de vencimiento, ambos bonos entrarían en default”, explica Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero BASE, quien indica que, además, en lo que resta del 2021, Evergrande deberá pagar cerca de 669 millones de dólares en intereses relacionados a bonos y en 2022 el pago proyectado es de 10,085 millones de dólares.

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¿Por qué hay alarma?

La situación de Evergrande tiene nerviosos a los mercados. El precio de sus acciones ha caído 33% en la última semana a 2.27 dólares hongkoneses, su menor nivel desde mayo de 2010. La Bolsa de Hang Seng, donde cotiza la firma, ha descendido 6% en el mismo periodo y está en su peor nivel desde octubre de 2020. Además, el lunes, los principales índices bursátiles, como el Dow Jones en Wall Street, registraron caídas no vistas en meses.

La situación de Evergrande ha afectado diversos indicadores financieros, “ha provocado una oleada de aversión al riesgo: cambios en los portafolios de inversión con los capitales volando hacia activos considerados refugio como el oro, el yen japonés y el franco suizo, a la par de pérdidas en los índices bursátiles, subidas en los tipos de cambio con el peso mexicano siendo la tercera divisa más afectada y un alza significativa en los Credit Default Swaps (CDS) de China”, comenta Siller.

Todo esto podría parecer un tanto exagerado considerando que la deuda de Evergrande es la mitad del tamaño de lo que era la de Lehman Brothers. Sin embargo, como lo señala Matt Levine, de Bloomberg, el problema no es la cantidad, sino la variedad: “Evergrande debe dinero a los bancos chinos. Debe dinero a los fondos de cobertura extranjeros y a los inversores extranjeros que son propietarios de sus acciones. Debe dinero a los proveedores y a los inversores minoristas chinos en esos productos de gestión patrimonial. Y también debe apartamentos a los compradores”, escribe Levine.

El mercado teme que si la empresa no logra pagar sus deudas, sus tenedores de deuda e inversionistas enfrentarán una falta de liquidez, lo que provocará una nueva crisis financiera, en un sistema que aún sufre los estragos causados por el coronavirus en 2020.

Entre algunos de los principales tenedores de bonos de la empresa se encuentran Ashmore Group, que tiene 13.18% de los bonos totales; BlackRock, con 11.19%; UBS con 9.17%; HSBC, con 6.69% y Royal Bank de Canadá con 4.96%.

Con este nivel de problemas, muchos pensaría que el gobierno de China suelte un salvavidas a Evergrande; sin embargo puede que la balanza no esté a favor de la inmobiliaria. S&P indicó que no esperan que el gobierno de China brinde apoyo a la compañía, pues su sector bancario puede manejar el incumplimiento de Evergrande. Sin embargo, la gran pregunta, dice Edward Moya, analista de Oanda, es si el gobierno brindará apoyo para proteger a su sector inmobiliario y si dejará a los inversionistas extranjeros expuestos.

¿Cómo afecta a México?

Evergrande puede tener un daño colateral en el mercado mexicano, y es que en el sistema financiero es difícil no ver un efecto dominó de situaciones como esta. Una prueba de esto ya se tuvo el lunes.

Además, los mercados aún se encuentran sensibles ante la crisis económica provocada por el coronavirus, que llevó a los bancos centrales a disminuir sus tasas de interés para reactivar a la economía, y que ahora ante un aumento de la inflación, podrían comenzar a subir, aún sin tener del todo una recuperación.

Si la situación de la firma inmobiliaria no se resuelve pronto, “el mercado podría seguir liquidando activos que considera riesgosos, lo que provocaría alzas en el riesgo país principalmente de economías emergentes y salidas de capitales (que para México podrían ya convertirse en fuga), alzas en tasa de interés y hasta un freno en la actividad económica real en el mundo”, advierte Siller.

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