Para muchos entusiastas del bitcoin este debut fue un hito. Pero otros gestores de activos y analistas de bancos de inversión guardan ese entusiasmo y son más cautos. “No lo vería como un hito. Al final del día es una exposición pobre a la criptomoneda, sobre todo si lo puedes tener directo”, dice Luis Gonzali, codirector de inversiones del gestor de activos Franklin Templeton.
Este argumento encuentra sustento al mirar el interior del Proshares Bitcoin Strategy ETF. La panza de este fondo cotizado no contiene bitcoin alguno, en su lugar vende y compra contratos de futuros respaldados por el precio del bitcoin, en particular en contratos que operan en la Chicago Mercantile Exchange. Después de casi una década de intentar lanzar un ETF de bitcoin, las autoridades financieras de Estados Unidos optaron por autorizar un instrumento en el mercado de futuros en lugar de un activo con exposición directa al bitcoin.
Tal como sucede en el mercado de futuros de otros commodities, como el oro, plata, maíz o el petróleo, los inversionistas o fondos pueden pactar la compra-venta de un activo a un precio determinado para concretarse en un tiempo futuro. En este caso, el fondo cotizado de Proshares tiene en su interior contratos de futuros sobre el precio del bitcoin con fecha de vencimiento del 26 de este mes. Como lo explica en su prospecto, al acercarse la fecha de vencimiento de los contratos, el fondo venderá estos derivados y con los ingresos obtenidos de la diferencia entre el precio inicial y el de venta, comprará nuevos contratos futuros con una fecha de vencimiento posterior.
Sin embargo, no está exento de riesgos. Gonzali destacó que el riesgo de invertir en futuros aumenta conforme la fecha de vencimiento es más lejana. “El precio del bitcoin será más alto y eso implica que tienes que comprar futuros más caros y te rezagas del comportamiento del bitcoin”, agrega.
A este riesgo se le conoce como “contango” y no es ajeno para los inversionistas que entran en el mercado de futuros de los commodities. En resumen, si el precio de los futuros a largo plazo es mayor que el contrato a expirar, los costos para el ETF serán mayores y se comerán los rendimientos de los inversionistas.
En el caso de este fondo, es uno de los riesgos que destaca en su prospecto de colocación, donde reconoce que “los futuros del bitcoin han experimentado históricamente periodos de contango”.