La mayor criptomoneda mundial perdía un 8.8%, a 33,058 dólares, su mínimo desde el 23 de julio, acumulando un desplome del 50% desde el máximo histórico de 69,000 dólares tocado en noviembre.
El Departamento de Estado estadounidense ordenó a los familiares de sus diplomáticos que abandonen Ucrania, en una de las señales más claras hasta ahora de que las autoridades estadounidenses se están preparando para un movimiento agresivo de Rusia en la región.
El temor al conflicto impactaba a las acciones en todo el mundo, pero reforzaba al dólar.
Los nervios por la reunión de dos días que celebrará la Reserva Federal a partir del martes se sumaban a la mezcla, ya que se espera que el banco central confirme que pronto empezará a drenar la reserva de liquidez que ha sobrealimentado las acciones de crecimiento.
Además, el jueves, el banco central ruso propuso prohibir el minado y el intercambio de criptoactivos, debido a que representan una amenaza para la estabilidad financiera. Rusia es el tercer país donde se realizan más operaciones de minado.
A inicios del año, cabe recordar, el conflicto político en Kazajistán aceleró la caída del bitcóin debido a que es uno de los países con mayor minado de esta moneda.
Se reduce a la mitad el valor de mercado de las criptomonedas
Las criptomonedas más pequeñas, que suelen moverse en paralelo con el bitcóin, también declinaban. La segunda mayor moneda digital, el éter (ethereum), caía un 13%, a 2,202 dólares, su mínimo desde el 27 de julio. Binance Coin, el cuarto mayor 'token' emitido por la bolsa de criptomonedas del mismo nombre, bajaba un 12%.
La caída del valor de mercado del bítcoin, desde sus máximos de noviembre, equivale 600,000 millones de dólares, una pérdida que se eleva a los 800,000 millones si se añade a ethereum. Si se suma el resto de las pérdidas de todas las otras criptomonedas, se alcanza un declive superior al billón de dólares.