Los riesgos de la demanda son una preocupación especialmente importante para Tesla debido a su rica valoración, que depende en gran medida del potencial de crecimiento futuro de la empresa. Las acciones de Tesla se cotizan a 48 veces sus ganancias futuras, frente a las 17 veces del índice S&P 500.
“Las acciones de Tesla se basan en un marco de valoración de crecimiento, para el cual el acceso a capital de bajo costo es un factor clave”, escribió el analista de BofA John Murphy en una nota a los clientes, añadiendo que es posible que las acciones ya tengan un precio justo, especialmente considerando la volatilidad del mercado.
No obstante, aunque la valoración puede verse frenada a corto plazo debido a las turbulencias económicas mundiales, los continuos problemas logísticos y de la cadena de suministro y los elevados precios de las materias primas, los analistas mantienen en gran medida sus perspectivas alcistas a largo plazo para Tesla.
“Si bien Tesla no está aislada de una recesión, creemos que su crecimiento y sus márgenes podrían ser mucho más resistentes que los del resto de la industria en una recesión global”, dijo el analista de Deutsche Bank Emmanuel Rosner, aunque bajó el precio objetivo de las acciones de 390 a 355 dólares.