Después de haber instado en repetidas ocasiones a los bancos centrales a actuar con fuerza a frenar la inflación, esta vez adoptó un tono más comedido y también se refirió a los actuales problemas del mercado de criptomonedas y a la agitación del mercado de deuda pública del Reino Unido en septiembre.
Sin embargo, su principal advertencia fue lo que describió como el "punto ciego" de la deuda de los swaps de divisas, que corre el riesgo de dejar a las autoridades en la "niebla".
Los mercados de swaps de divisas, en los que, por ejemplo, un fondo de pensiones holandés o una aseguradora japonesa piden prestados dólares y dan créditos euros o yenes en el "tramo al contado" antes de devolver el dinero, tienen un historial de problemas.
Ya los hubo durante la crisis financiera mundial y, de nuevo, en marzo de 2020, cuando la pandemia del COVID-19 causó estragos que obligaron a los principales bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos, a intervenir con líneas de swap en dólares.