India, que no es un aliado estratégico de China, y Malasia anunciaron en abril un nuevo mecanismo para el comercio bilateral en rupias. Forma parte de un esfuerzo más amplio del gobierno de Narendra Modi, que no se ha sumado a la campaña de sanciones contra Rusia liderada por EU, para evitar el dólar al menos en algunas transacciones internacionales.
Un mes después, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático acordó impulsar el uso de las monedas de sus miembros para el comercio y la inversión regionales.
Y Corea del Sur e Indonesia firmaron hace unas semanas un acuerdo para promover el intercambio directo del won y la rupia.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, arremetió contra el dominio del dólar durante una visita a Shanghái en abril. De pie en un podio rodeado de las banderas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las llamadas naciones BRICS, pidió a las mayores economías en desarrollo del mundo que idearan una alternativa para reemplazar el billete verde en el comercio exterior, preguntando “¿quién decidió que el dólar era la moneda (comercial) tras el fin de la paridad del oro?”.
Se remontaba a principios de la década de 1970, cuando el acuerdo posterior a la Segunda Guerra Mundial, conocido como Bretton Woods, que había convertido al dólar en el centro de las finanzas mundiales se estaba desmoronando. El colapso del acuerdo no afectó la posición preeminente del dólar. Hasta el día de hoy, es la moneda de reserva dominante en el mundo, lo que ha impulsado la demanda de bonos estadounidenses y ha permitido al país registrar enormes déficits comerciales y presupuestarios.
La centralidad de la moneda en el sistema mundial de pagos también permite a EU ejercer una influencia única sobre el destino económico de otras naciones.
Según los datos más recientes del Banco de Pagos Internacionales, alrededor del 88% de todas las transacciones mundiales de divisas, incluso las que no involucran a EU o a empresas estadounidenses, se realizan en dólares. Debido a que los bancos que manejan flujos transfronterizos en dólares mantienen cuentas en la Reserva Federal, son susceptibles de sufrir sanciones estadounidenses.
Aunque la campaña de castigos financieros contra Rusia es el ejemplo más reciente y destacado, tanto las Administraciones demócratas como las republicanas han recurrido a sanciones contra países como Libia, Siria, Irán y Venezuela en los últimos años.