“Estar registrado en las Bolsas de Valores te mitiga riesgos y (ayuda a) que tengas un periodo de permanencia más elevado en el tiempo”, dijo Dávalos.
Otra razón, apuntó Fraser, tiene que ver con que, Alfredo Harp Helú, dueño del equipo, tenga planes para heredar entre diferentes integrantes de su familia. “Al ser una empresa pública, puede facilitar la división de sus activos”, destacó.
Otro beneficio viene del lado fiscal. Los accionistas de una empresa listada pagan 10% del impuesto a las ganancias, e famoso impuesto sobre la renta (ISR), mientras que el resto de los contribuyentes puede tributar hasta el 35%.
“Gracias a todos los mecanismos de fiscalización que están en todos los entornos empresariales, gracias a todos los mecanismos de transportabilidad de datos empresariales, es muy común encontrarse empresas ‘gorditas’ y dueños y empresarios ‘flacos’”, comentó Miguel Ángel Dávalos.
"Ahora, las adecuaciones que se hicieron para hacer la emisora simplificada de acciones, la SAPI bursátil y hacerle las adecuaciones para que sea más ligera la forma de revelar información al público inversionistas, están diseñadas para darle eventos de liquidez a esas empresas y que las familias, o los dueños, puedan llevarse un capital a su bolsillo de manera legal”, agregó.
Si bien es cierto que Diablos Rojos no lanzará una oferta pública, los entrevistados no descartaron que den ese paso en el futuro para hacer crecer al equipo, para invertir y reforzar alguna de sus áreas, entre otros posibles motivos.
Si más adelante optan por una oferta pública, el mercado verá que la empresa ya está registrada y cumplió durante cierto lapso con la información financiera y queda estado sujeta a vigilancia, será mucho más fácil acceder a capitales o a deuda, aseguró el director de desarrollo de negocios y estructuración de TMSourcing.
Diablos Rojos no es la única institución que está aprovechando la nueva Ley del Mercado de Valores, Dávalos subrayó que hay otras siete empresas en el pipeline para listarse.