Las empresas no tienen que hablar el lenguaje de la 4T (la cuarta transformación, cómo se hace llamar la administración de Andrés Manuel López Obrador), pero sí deben cambiar su narrativa, no por la imposición de un gobierno, sino por la exigencia del mercado, dice Amanda Berenstein, managing director de la agencia de comunicación y relaciones públicas Weber Shandwick México.
Cómo deben comunicarse las empresas con el gobierno en los tiempos de "la 4T"
“No se trata del presidente. Estamos inmersos en una tendencia donde hay un nuevo significado del rol de las empresas en la sociedad, por eso es importante que la comunicación hacia los accionistas, los empleados y los consumidores tenga un nuevo significado”, mencionó la directiva durante su participación en el panel ‘Desafío y oportunidades en la relación empresas gobierno: integridad, comunicación y cabildeo”, organizado por la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
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Juan Arteaga, director general de la consultora LLYC México, recomendó a las empresas capitalizar las exigencias y necesidades de la sociedad. “Hay un claro hartazgo en la población y una crisis de confianza en las instituciones que la 4T ha sabido aprovechar para conectar con las personas. Las empresas tienen que hacer lo mismo, pero para satisfacer la demanda del mercado”, dijo.
En este sentido, Berenstein habla de tres acciones que las compañías deberían comunicar en la época de la 4T :
1. Las empresas deben transitar de una visión privilegiada y de cuidar su status quo a una narrativa más colaborativa con la sociedad.
2. Más que estar a favor o en contra del gobierno, las compañías tienen que demostrar su compromiso con el país. Se trata de hablar de la herencia cultural y de alinear los objetivos de negocio hacia el bienestar social.
3. La comunicación ya no va por el nivel de riqueza de una firma o la cantidad de clientes que posee una consultora. Hoy, el propósito es lo principal. Tanto inversionistas, clientes, empleados y consumidores están buscando compañías que se alineen a sus valores personales.
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Para lograr un cambio en la comunicación de las empresas es necesario que los directores generales también modifiquen sus objetivos. La managing director de Weber Shandwick México comentó que es el momento de que los CEO saquen a flote su activismo, es decir, que en su agenda empresarial haya espacio para la labor social.
De acuerdo con el estudio ‘Edelman Earned Brand 2018’, elaborado por la agencia de comunicación y relaciones públicas Edelman, 64% de los consumidores están poniendo su fe en las empresas para que ayuden a resolver problemas sociales y políticos. Si éstas no cumplen con sus expectativas, entonces están dispuestos a cambiarlas, evitarlas y hasta boicotearlas.
Arteaga explicó que estas exigencias no son exclusivas de México. “La narrativa está cambiando a nivel global, por eso es importante que las empresas encajen en este nuevo momento de la historia, donde la reputación y la actividad social es lo que predomina ”, comentó.
En este panorama, para Rosemary Safie, directora de Safie Consultores y directora de la Asociación Nacional de profesionales del Cabildeo y Asuntos Públicos (Procab), las dos herramientas clave para construir una relación satisfactoria entre el gobierno y la industria privada son la comunicación y el cabildeo.
“Hay que entender que la administración cambió, el estilo de gobernar también, así como la manera de entender del interlocutor. Las empresas deben entrar a esta nueva dinámica, no solo para asumir estas nuevas reglas, sino también para mantener el control en el mercado”, señaló Safie.