Así fueron los 2,487 días de Julian Assange en la embajada de Ecuador
Julian Assange, el fundador de Wikileaks, fue detenido este jueves en la Embajada de Ecuador en Reino Unido, y enfrenta una orden de extradición de Estados Unidos por cargos de conspiración.
El australiano, de 47 años, de piel pálida, cabellos canos y expresión sobria, que esgrime a veces una media sonrisa sarcástica, pasó 2,487 días encerrado en la embajada de Ecuador situada en el elegante barrio londinense de Knightsbridge. Casi siete años, que pasó en su mayoría en un cuarto de ese edificio.
Entró allí el 19 de junio de 2012, para escapar a una extradición a Suecia, donde iba a ser interrogado por acusaciones de presuntas agresiones sexuales a dos mujeres, que más tarde fueron desestimadas. Pero temía, ante todo, ser entregado a Estados Unidos para ser juzgado por la difusión en 2010 de cientos de miles de documentos militares y diplomáticos, con información confidencial sobre, por ejemplo, operaciones en Irak.
Cuando, hace unos meses, afirmó que pesaban en su contra cargos supuestamente secretos en ese país, algunos lo acusaron de paranoia, pero sus temores se confirmaron el jueves, después de que la policía británica anunciase que las autoridades estadounidenses emitieron "una orden de extradición" contra Assange.
Filtraciones
WikiLeaks se hizo conocer en 2009 cuando publicó cientos de miles de mensajes enviados por buscapersonas el 11 de septiembre de 2001, el día de los atentados en Estados Unidos contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
La ONG, fundada en 2006 por Julian Assange, permite publicar en línea documentos comprometedores sin poder identificar a quienes los filtraron.
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Abril de 2010 fue una fecha definitiva para el ascenso a la fama de Assange, cuando WikiLeaks publicó un video que muestra a un helicóptero militar estadounidense disparando y asesinando a dos periodistas de la agencia Reuters y a varios civiles en Irak en 2007.
Unos meses después la prensa mundial publicó 70,000 documentos militares confidenciales sobre las operaciones de la coalición internacional en Afganistán difundidos por WikiLeaks.
Y en noviembre 2010, WikiLeaks publicó, con la ayuda de cinco grandes medios internacionales (The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde, El País), más de 250,000 documentos secretos que revelaban los entresijos de la diplomacia estadounidense. Después del bautizado como "cablegate", Julian Assange se convirtió en el enemigo público número uno en Estados Unidos.
En total, WikiLeaks reivindica haber publicado "más de 10 millones de documentos" sobre varios temas, incluyendo el mundo de las finanzas, del entretenimiento o de la política.
Orden de detención
El 18 de noviembre de ese año, Suecia emitió una orden de detención europea contra Julian Assange en el marco de una investigación por presuntas agresiones sexuales, incluida una violación, a dos mujeres suecas en agosto de 2010. El fundador de WikiLeaks aseguró que las relaciones con las dos mujeres fueron consentidas.
Assange se entregó a la policía británica el 7 de diciembre. Tras permanecer nueve días en prisión, el australiano obtuvo la libertad condicional y se instaló bajo estricto control judicial en una casa del noreste de Inglaterra.
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El 24 de febrero de 2011, un tribunal londinense autorizó la extradición de Assange requerida por Suecia. Assange temía ser extraditado en un segundo tiempo a Estados Unidos, donde, según él, podría ser condenado a la pena de muerte por la filtración de documentos secretos.
El 19 de junio de 2012, tras haber agotado todos sus recursos, Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres y pidió asilo político. Ecuador, entonces presidido por Rafael Correa, se lo concedió en agosto.
Reino Unido le negó un salvoconducto para que pudiera salir del país.
Un huesped incómodo
Durante sus años en la embajada, un pequeño edificio que no era adecuado para un huésped permanente de la casa, Assange comenzó a hartar al personal de la embajada, hasta que la paciencia se agotó.
Assange continuó su trabajo con WikiLeaks. Al comienzo de su estadía, pronunció un discurso vía satélite en una sala de conferencias en las Naciones Unidas, pidiéndole al gobierno de los Estados Unidos que pusiera fin a sus acciones contra él y su sitio web.
En noviembre de 2012, se publicó el libro de Assange, Cypherpunks: La libertad y el futuro de Internet. Un mes más tarde, fue invitado como él mismo en un episodio de Los Simpson, grabando sus líneas por teléfono desde la embajada.
La serie animada no fue la única en llevar a WikiLeaks a la pantalla. La historia de Assange llegó a Hollwood con el filme de Bill Condon El quinto poder (2013). El documental Risk de la oscarizada directora y periodista Laura Poitras, cuenta también la biografía del australiano, y el progresivo desencanto de la cineasta —la misma que grabó a Edward Snowden en los días de su fuga a Rusia— con la deriva de Assange, que supuestamente ayudó a filtrar los correos de Hillary Clinton, en una polémica que impulsó la campaña de Donald Trump.
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La habitación en la que Assange pasó los últimos años está dividida en una oficina y una sala de estar, con una cinta para hacer ejercicio, una ducha, un horno microondas y una lámpara de luz solar artificial. Durante un tiempo fue una rock star recluida, recibiendo visitas de personalidades como Lady Gaga y Pamela Anderson. Pero poco a poco, el encierro comenzó a pasarle factura, y sus tuits sobre asuntos internacionales —como su defensa de la independencia de Cataluña— complicaron sus relaciones con Ecuador, por los conflictos diplomáticos que le causaba. Lenín Moreno, que llegó a la presidencia en 2017, dijo que Assange era "una piedra en el zapato heredada".
En sus últimos tiempos en la embajada, equipo de abogados del australiano, dirigido por el exjuez español Baltasar Garzón, denunció las condiciones de vida impuestas en la embajada, donde desde octubre Assange sólo tenía acceso a internet mediante el wifi de la legación y sus visitas estaban estrictamente reguladas, afirmando que vulneran sus "derechos fundamentales".
La salud de Assange comenzó a mermar. Un juez dijo el año pasado que sabía que el informático había estado experimentando problemas con su hombro, depresión y dolor de muelas. Él no era el único que sufría. El personal de la embajada declaró a la prensa que el comportamiento errático del australiano era difícil de tolerar.
A pesar de estas condiciones, en mayo de 2016, el fundador de WikiLeaks consiguió un compañero felino por compañía . El gato tiene una cuenta de Twitter, que dice: "Vivo en la Embajada de Ecuador con Julian Assange" y que está "interesado en la purr-vigilancia".
#catalonia #catalunya #catexit #10ODeclaració pic.twitter.com/I0zgRb2oUj
— Embassy Cat (@EmbassyCat) October 10, 2017
En 2017, Assange sumó otro problema. WikiLeaks fue el foco de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre los vínculos entre los asociados del presidente Donald Trump y los esfuerzos rusos para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. WikiLeaks publicó miles de correos electrónicos robados a los demócratas por agentes rusos durante la elección.
La paciencia de Quito se termina
En enero de 2018, el gobierno ecuatoriano, harto de la herencia incómoda del gobierno de Rafael Correa, anunció que buscaría una "mediación" para alcanzar un acuerdo con Reino Unido sobre la situación "insostenible" de Assange.
En un mensaje televisivo, Moreno dijo que el australiano solo podría permanecer en la embajada si su seguridad se degradaba y renunciaba a su acceso a internet . Esto último se debió a que Assange incumplió un acuerdo con sus anfitriones, acerca de no interferir en asuntos de otros países, después de recibir quejas de España por sus tuits sobre Cataluña.
En octubre, Ecuador le impuso un drástico protocolo para regir sus visitas, comunicaciones e incluso su higiene personal en la embajada, y le advirtió que todo incumplimiento le llevaría al "fin del asilo".
Las nuevas reglas también se extendieron a que Assange pagara su comida, atención médica, lavandería y el cuidado de su gato. No respondió bien a las nuevas condiciones. En octubre de 2018, presentó un caso contra Ecuador, acusándolo de violar sus derechos humanos .
El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló en noviembre que podría presentar cargos contra Assange.
En febrero, la justicia británica mantuvo la orden de detención contra Assange por haber violado los términos de su libertad condicional cuando se refugió en la embajada.
A finales de marzo, molesto por sus opiniones en Twitter, el gobierno de Lenín Moreno le cortó el acceso a internet y las comunicaciones con el exterior, que luego fueron parcialmente restablecidas.
El 2 de abril de 2019, el presidente ecuatoriano afirmó que Assange "redundó" en violaciones al acuerdo sobre su asilo.
Y este jueves, la policía británica, "invitada" por el embajador, detuvo a Assange dentro de la legación. El gobierno de Ecuador afirma haber actuado "soberanamente".
Estados Unidos, que pidió su extradición al Reino Unido, lo imputó horas después por conspiración de piratería informática.
En Suecia, la mujer que denunció a Assange por violación anunció que pedirá la reapertura de la investigación.