"Yo estaría perdida sin los inmigrantes", dijo McCarthy, quien señaló que hay más de 2,700 vacantes para asistentes de enfermería certificadas en el estado. "Son la columna vertebral de mi equipo. Podríamos atender a muchas más personas, pero no podemos reclutar a la gente".
Los inmigrantes representan más de una cuarta parte de los trabajadores que cuidan directamente de las personas mayores o con discapacidad —tales como enfermeras domésticas, asistentes de salud en el hogar y asistentes para cuidados personales—, así como el 30.3% del personal de limpieza y mantenimiento en las residencias para adultos mayores, según un estudio reciente de la Universidad de Harvard que se publicó en la revista Health Affairs. Ellos brindan cuidados a más de 13 millones de estadounidenses.
Recomendamos: La mejor manera de atemperar el grito 'trumpista' sobre México
El gobierno ha urgido al Congreso a que cambie la política migratoria del país para que se base en el mérito y no en los lazos familiares. Esta clase de sistema priorizaría a los trabajadores más capacitados, cosa que, de acuerdo con sus defensores, reduciría las tasas de inmigración y minimizaría la dependencia de los inmigrantes a la asistencia pública.
No obstante, esta medida exacerbaría la actual escasez de personal, misma que aumentará conforme la población de Estados Unidos envejece, de acuerdo con los expertos del sector.