El Khordad 3 se presentó en 2014, tiene un alcance de hasta 75 kilómetros y puede ascender 30 kilómetros, según reportes de los medios estatales iraníes. El Jane's Defence Weekly concluyó que el ataque probablemente se llevó a cabo desde un vehículo en movimiento, dado que Estados Unidos afirma que el misil se lanzó a una distancia de 70 kilómetros y que no hay ninguna instalación iraní en ese rango. En pocas palabras, Teherán eliminó a un dron espía estadounidense desde la caja de una camioneta muy sofisticada.
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Aunque Estados Unidos ha mejorado enormemente su flota de drones desde que el Global Hawk inició operaciones en la Armada, hace 13 años, y con la próxima incorporación del MQ-4C Triton a su flota, Irán tiene misiles más avanzados que el que derribó al dron la semana pasada.
Diez días antes del incidente, Irán reveló una modificación con la que casi se duplica el alcance, también hecha en casa: el producto de una serie de hazañas de ingeniería inversa y de tecnología que este país asolado por las sanciones ha sustraído a lo largo de los años.
Binnie dijo que los iraníes habían comprado o desarrollado tecnología de radar que les había servido para mejorar su precisión en lanzamientos de larga distancia. "En realidad no entendemos cómo funcionan esos sistemas de dirección", dijo.
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Binnie agregó que el ángulo de ataque del misil indica, al parecer, que se acercó al dron desde el oeste y no lo persiguió por detrás, lo que indica que quien lo lanzó pudo haberlo dirigido hacia el dron con relativa eficiencia.