Las organizaciones como Human Rights Watch encontraron que los niños migrantes estaban bajo condiciones de salud e higiene deficientes en varias instalaciones de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en Texas, incluida la de Clint.
Este miércoles, la Oficina de Aduanas y Protección de Estados Unidos(CBP) autorizó la entrada de medios al centro Centro de Clint, después de que su director interino, John Sanders, renunciara en medio de la polémica.
El portavoz de la Patrulla Fronteriza Roger Maier, dijo que la agencia creía que era importante dejar que los medios vieran las instalaciones en las afueras de El Paso y que vieran “lo que realmente está sucediendo aquí”.
“Al abrir las puertas y dejar que las vea, creemos que es una parte importante proporcionar cierto equilibrio a la historia que se cuenta sin nuestra voz”, dijo Maier.
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La cadena CNN y otros medios de comunicación recorrieron las instalaciones el miércoles, pero se les prohibió tomar fotos o videos.
La instalación, que debe albergar a 106 personas, tiene actualmente 117 jóvenes migrantes, dijeron los funcionarios de CBP. Los niños más pequeños en la instalación tenían un niño de 1 año, que viajaba con un menor no acompañado de 17 años y otro de 2 años.
La mayoría de los niños se mantenían dentro de las habitaciones con puertas de metal, una gran ventana de vidrio y ninguna ventana al exterior. Algunos dormían o yacían en abrigos naranjas y colchones azules en el suelo. Algunas chicas pasaban el tiempo trenzándose el pelo y un grupo de chicos jugaba al fútbol.