Las lluvias del tan esperado monzón están empezando a llegar a algunos lugares; se retrasaron varias semanas por una ola de calor que ha matado a al menos 137 personas este verano .
El agua de los mantos acuíferos, que se han estado agotando desde hace años, representa el 40% del suministro de agua del país. Sin embargo, las otras fuentes también se están secando: casi dos terceras partes de las presas de India están por debajo de los niveles normales, según señaló la Comisión Central del Agua de India en junio.
El primer ministro, Narendra Modi, creó hace poco el Ministerio Jal Shakti (poder del agua) para supervisar la administración de recursos hídricos y reiteró su promesa de campaña de proveer de agua entubada a todos los hogares rurales para el 2024.
Sin embargo, muchas personas temen que no bastará. Según un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el mundo se está precipitando a una "segregación climática" en la que solo los ricos podrán costear los recursos básicos de cara a sequías letales, hambrunas y olas de calor.
En algunos lugares de India, el desastre ya está en marcha. Las cuatro presas que abastecen a Chennai, la sexta ciudad más grande de India, están casi secas.
Cientos de miles de habitantes hacen fila todos los días junto a las pipas del gobierno para llenar sus botes; los servicios esenciales como hospitales y escuelas están teniendo problemas . La gente se ve obligada a lavar sus utensilios con la misma agua sucia y a guardar unas cuantas botellas de agua limpia para cocinar.