Incluso la exembajadora de Trump en la ONU, Nikki Haley, se sumó a las críticas, apuntando sobre todo a las consecuencias sobre los aliados kurdos. "Dejarlos morir es un grave error", dijo.
La Casa Blanca reaccionó en la mitad de la jornada al descontento generalizado.
En un tuit, Trump amenazó a Ankara con "destruir" su economía si hace algo que "sobrepase los límites". "Si Turquía hace algo que yo, con mi gran e inigualable sabiduría, considere que sobrepasa los límites, voy a destruir y arrasar completamente la economía de Turquía", escribió.
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También el Pentágono y el Departamento de Estado hicieron sus propios esfuerzos por calmar las aguas.
Sin embargo, más allá su papel en el conflicto sirio, los kurdos son un pueblo que no tiene patria o país oficial y la mayoría de ellos reside en países del Medio Oriente, incluido el norte de Irak, el este de Turquía, el oeste de Irán y pequeñas porciones del norte de Siria y Armenia.
Los kurdos fueron en su mayoría nómadas hasta el final de la Primera Guerra Mundial y la ruptura del Imperio Otomano, y representan aproximadamente el 10% de la población en Siria, el 19% de la población de Turquía, el 15-20% de la población de Irak y son la segunda etnia más grande en Irán, y su población es de aproximadamente 25 y 30 millones.
El Kurdistán
Como los kurdos nunca han alcanzado el estado de nación-Estado, han hecho del Kurdistán una región no gubernamental y una de las naciones sin estado más grandes del mundo. Esta tiene un área de aproximadamente 191,000 kilómetros cuadrados.
Partes de la región son reconocidas por dos países: Irán, donde se encuentra la provincia de Kordestan; y el norte de Iraq, sitio de la región autónoma conocida como Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) o Kurdistán iraquí.
Además cuentan con los Peshmerga, una fuerza militar nacional de más de 100,000 miembros que protege al Kurdistán iraquí e incluye a mujeres combatientes.
Con información de CNN y AFP