Es probable que Irán ya esté en ese punto.
En un conflicto en represalia a lo que ese mismo funcionario llamó "los actos repugnantes" de Irán, el golfo Pérsico es inmediatamente vulnerable a los ataques con cohetes.
Uno o dos golpes —e incluso la insinuación de un golpe— contra el aeropuerto de Dubái harían caer en picada el sector turístico de ese emirato.
Abu Dabi tiene la proporción más grande del petróleo emiratí, pero al igual que Dubái, está dentro del alcance de la artillería convencional iraní, ya no hablemos de sus misiles sofisticados.
Arabia Saudita, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Qatar exportan su petróleo y su gas a través del cuello de botella del estrecho de Ormuz. Según Estados Unidos y Reino Unido, Irán ya demostró que puede acabar con los buques cisterna que transitan por este punto, con lo que estrangularían completamente la vía marítima petrolera más importante del mundo con relativa facilidad.
Varios misiles de crucero que, según fuentes de los servicios de inteligencia se fabricaron en Irán, dañaron la industria petrolera saudí al grado de que hubo compras de pánico en el mercado del crudo, lo que hizo subir el precio del petróleo en un 20% durante un lapso breve.
El cierre de Ormuz, más ataques contra Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, así como el incremento breve del precio del petróleo podrían provocar que el precio del crudo suba a 100 o 150 dólares por barril.
Las intenciones de Irán son claras: indicar que pueden poner de rodillas el transporte marítimo en el golfo Pérsico colocando minas en los buques cisterna en operaciones que niega.
Además, no podemos olvidar que hay células de Hezbolá y agentes de inteligencia de Irán en todo el mundo, listos para atacar a un enemigo (estadounidense o israelí) cuando se presente.
Atacar a Irán es muy peligroso por la misma razón por la que los radicales de la administración Trump querían dejar impotente a Irán y retirarse del acuerdo nuclear.
Tal vez dependa de Trump y sus aliados el mostrar cierta sutileza diplomática. Ahora, urgen negociaciones para que Irán no eche abajo la casa.