El gobierno actuó rápido, desconectó el internet y desencadenó lo que Amnistía Internacional (AI) describió como "una represión sangrienta" . La organización de derechos humanos estimó el lunes, 2 de diciembre, que según "reportes creíbles", han muerto al menos 208 manifestantes en 21 ciudades.
La cancillería iraní no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios sobre el informe de AI.
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Es imposible que quienes no pertenecen al gobierno iraní confirmen la cifra exacta de muertos. El New York Times reportó que según datos de grupos opositores, organizaciones de derechos humanos y periodistas locales, ha habido al menos 180 y es posible que hayan muerto 450 personas o más en los cuatro días posteriores al 15 de noviembre.
Para poner estos estimados en contexto, los activistas dijeron que durante los varios meses que duraron las protestas de 2009 por los resultados de las elecciones, murieron 72 personas (más del doble que la cifra oficial del gobierno). Luego de un fin de semana de protestas violentas, en diciembre de ese año, la cifra oficial de muertos fue de ocho.
El gobierno iraní no respondió a la solicitud de comentarios sobre la cifra de muertos; sin embargo, el líder supremo, el ayatolá Jamenei, dijo que "varias" personas habían muerto en las protestas.