En su pulso contra Guaidó, Maduro ha contado con el apoyo vital de China y Rusia, que son sus principales acreedores.
Un alto funcionario del gobierno estadounidense expresó este miércoles "preocupación" por el rol de la petrolera rusa Rosneft como socio comercial de Venezuela.
"Estamos muy preocupados por el comportamiento de Rosneft en Venezuela", dijo el alto cargo a los periodistas con condición de anonimato. El canciller ruso Serguei Lavrov visitará Caracas este viernes, un día después de una escala en México.
"Un fracaso" de la política contra Maduro
El tratamiento a Guaidó durante la tradicional alocución presidencial ante el Congreso de Estados Unidos generó rechazó en Caracas. El gobierno de Maduro denunció las "violentas amenazas" de Trump, después de que el mandatario estadounidense prometiera "aplastar" la tiranía en Venezuela.
Sin embargo, la invitación a Guaidó también generó críticas por parte de legisladores estadounidenses que buscan que el apoyo se traduzca en beneficios migratorios para los venezolanos.
"Una invitación es fácil. Garantizar una protección TPS para quienes huyen de Venezuela requiere que Trump desafíe a su base xenófoba", dijo en Twitter la congresista Debbie Wasserman Schultz, en alusión al Estatuto de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), que Estados Unidos concede a países cuyas circunstancias eximen de deportación a sus ciudadanos.
Trump impulsa una dura política migratoria, que fue la base de su campaña electoral, mientras que varios congresistas en la Cámara de Representantes y en el Senado buscan impulsar una legislación para proteger a los migrantes venezolanos.
El jefe de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que la política de Trump sobre Venezuela "fracasó".
"Si la política estuviera funcionando, Juan Guaidó no estaría en la tribuna, estaría en Venezuela, estaría sentado en el palacio presidencial", dijo el líder demócrata. "El régimen de Maduro es más poderoso hoy que cuando el presidente comenzó su política en contra", agregó.
En medio de la caótica situación de la economía venezolana caracterizada por una aguda contracción y una hiperinflación, 4.7 millones de personas han huido del país, según cifras de la ONU.