"No se trata de un simple posición negociadora que podría cambiar bajo presión. Es incluso el propio objetivo del proyecto en su conjunto", insistió el negociador del Reino Unido, país que desde el 31 de enero ya no forma parte de la UE.
Londres y Bruselas deben alcanzar antes de finales de 2020 , cuando termina el actual período de transición, un acuerdo sobre futura relación posbrexit, para lo cual ambas partes están ultimando su estrategia de negociación.
El bloque desea que Londres se comprometa en la futura relación —incluso "a lo largo del tiempo"— en varios ámbitos (medio ambiente, fiscalidad, derecho laboral...) para evitar la competencia desleal, a cambio de un acceso privilegiado al mercado europeo.
Para los europeos, estas garantías parecen indispensables vista la proximidad geográfica y económica del Reino Unido, llamado a convertirse en su primer socio comercial.
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La UE también querría que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) tuviera la última palabra, en caso de un futuro diferendo entre Londres y Bruselas sobre la interpretación del derecho comunitario.
"Pensar que podríamos aceptar una supervisión de la UE en cuestiones de igualdad de condiciones de competencia, es desconocer lo que estamos haciendo", comentó Frost.
El negociador británico recordó que Londres espera alcanzar un acuerdo de libre comercio como los negociados años atrás por la UE con Canadá o Japón .
"Queremos lo que tienen otros países independientes", resumió Frost, abogando por una relación "de igual a igual".
Las negociaciones entre Londres y Bruselas deberían comenzar a negociar a principios de marzo.
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