Corea del Sur impuso de nuevo este jueves una serie de restricciones ante un repunte de contagios de COVID-19 que podría echar por tierra sus logros en la contención de la epidemia.
El país, considerado como uno de los ejemplos en la lucha contra la enfermedad, anunció el jueves su mayor aumento de casos en casi dos meses.
Las autoridades surcoreanas pidieron reforzar durante las próximas dos semanas las medidas de distanciamiento en Seúl, donde también han ordenado el cierre de muchos espacios públicos ante el fuerte repunte de casos ligado a un brote en una nave comercial.
Las autoridades señalaron 79 nuevos contagios, la mayoría en la zona metropolitana de Seúl. De ellos, 69 se produjeron en personas que frecuentaron un almacén de la compañía de comercio electrónico Coupang en Bucheon, al oeste de Seúl, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea.
De momento, ya se ha testado a casi todos los trabajadores, a sus contactos y a los visitantes de esta nave, que en total suman más de 4,000 personas y el ministro de Salud y Bienestar surcoreano, Park Neung Hoo, ha asegurado que el rastreo se intensificará para evitar una mayor propagación.
Aún así, admitió la posibilidad de que "la infección ya se haya extendido a otros puntos de la región" fuera del radar de las autoridades.
El ministro de Salud solicitó este jueves en una conferencia de prensa a los ciudadanos de Seúl y la región en torno a la capital, que incluye la circundante provincia de Gyeonggi y la ciudad costera de Incheon, que intensifiquen las medidas de distanciamiento hasta el 14 de junio para evitar más contagios.
Los museos, los parques y las galerías de arte volverán a cerrar el viernes durante dos semanas, dijo el ministro de Salud, instando asimismo a las empresas a proponer medidas de flexibilización del trabajo.
El ministro también instó a sus habitantes a evitar cualquier reunión no indispensable y a establecimientos como bares y restaurantes que extremen las medidas de distanciamiento y registren los datos de cada visitante.
Dijo también que, por el momento, los colegios seguirán abiertos en Corea del Sur, y pidió la colaboración ciudadana para evitar que se extienda la COVID-19 y haya que volver a cerrarlos.
"Si este brote (en Bucheon) sigue creciendo tendremos que volver a la fase de distanciamiento social", avisó Park, en relación al periodo de prevención más estricto que Corea del Sur dio por finalizado el pasado 6 de mayo.
A finales de febrero, Corea del Sur era el segundo país en el mundo más castigado por la pandemia, detrás de China. Pero el gobierno consiguió controlar la situación mediante campañas masivas de test y trazabilidad de las personas contagiadas.
En total, el país asiático, uno de los que mejor ha controlado la pandemia hasta ahora gracias a su sistema de rastreo exhaustivo, testeo masivo y aislamiento de contactos, suma en total 11,344 contagios, de los cuales solo 735 (el 6.5 %) son casos activos.
El 91.1 % de los infectados se ha curado ya, mientras que 269 han fallecido, dejando una tasa de letalidad del 2.37 %.
Con información de AFP y EFE
