"Por primera vez en Renania del Norte-Westfalia y en Alemania, vamos a volver en todo un cantón a las medidas que se aplicaban hace algunas semanas", indicó Armin Laschet, el dirigente de la región más poblada y más industrializada del país, durante una conferencia de prensa en Düsseldorf.
Horas después, se anunció un segundo reconfinamiento en un cantón con más de 200,000 habitantes en el oeste del país, vecino al del primer cantón confinado.
Este reconfinamiento, previsto hasta el 30 de junio, se traducirá por una reducción de los contactos entre las personas, cierre de bares, cines, museos y prohibición de actividades de ocio en espacios cerrados. Los restaurantes podrán abrir, pero con restricciones, según Laschet, posible sucesor de la canciller Angela Merkel y candidato a la dirección de su partido, el CDU, en diciembre.
Estas drásticas medidas, diez días antes de las vacaciones escolares, tienen por objetivo "calmar la situación" e "incrementar los test" de detección.
Las autoridades alemanas llamaron a reforzar la prudencia ante los brotes locales de coronavirus, que han disparado el factor de reproducción de la COVID-19 a valores por encima del 2,03, pese al bajo cómputo de nuevas infecciones en el conjunto del país.
"Hay que observar la máxima prudencia, el virus sigue ahí y tiene un alto potencial de reproducción, como hemos visto en los casos locales mencionados", explicó el director del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, al presentar las últimas cifras.