Peter Maybarduk, director del programa de acceso a medicamentos de Public Citizen, calificó el precio como "una muestra ofensiva de arrogancia y desprecio por el público". Aunque el medicamento redujo modestamente las estancias en el hospital, no se ha demostrado que reduzca las muertes en los pacientes de COVID-19.
Gilead también dijo que acordó continuar enviando su suministro de remdesivir al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos y que la agencia y los estados se encargarán de gestionar la asignación a los hospitales hasta finales de septiembre.
Los especialistas de las Organización Mundial de la Salud (OMS) dijeron este miércoles que están verificando esas informaciones y estudiando las implicaciones que esto tendría.
En este sentido, el doctor Mike Ryan, directo ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, dijo que el organismo pugna por el acceso igualitario a los tratamientos que salvan vidas.
“Queremos que todas las personas tengan acceso a los tratamientos. Nuestro compromiso es buscar el acceso equitativo a todas las intervenciones que puedan salvar vidas”, reiteró.
La compra se conoce justo cuando Estados Unidos vive un repunte en el número de contagios por coronavirus, con más de 40,000 diarios, especialmente en estados del sur y oeste del país como Texas, Florida, Arizona y California.
El Remdesivir es uno de los únicos tratamientos que se ha demostrado que altera el curso del COVID-19, después de que el medicamento administrado por vía intravenosa ayudó a acortar el tiempo de recuperación en hospital en una prueba clínica y obtuvo autorización de uso de emergencia en Estados Unidos y la plena aprobación en Japón.
En Estados Unidos, desde que en mayo se aprobó de emergencia el uso de Remdesivir para enfermos de coronavirus, los hospitales han estado usando dosis donadas por Gilead, que a partir de julio comenzará a cobrar por el medicamento.
Se trata de un antiviral, administrado por vía intravenosa, que ralentiza la producción de nuevas partículas de virus y, como resultado, una infección viral se desarrolla con menos rapidez y los pacientes en estado grave se recuperan una media de cuatro días antes de lo habitual.
Este martes, Estados Unidos registra una cifra de 2 millones 636,538 casos confirmados de COVID-19 y de 127,425 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Con información de EFE y Reuters