Siete personas, "en su inmensa mayoría jóvenes", fallecieron en Bogotá con heridas de arma de fuego, dijo en rueda de prensa la alcaldesa Claudia López, tras visitar un hospital.
Además, la mandataria y opositora del gobierno indicó que hay de momento 175 personas heridas, 66 de ellas por bala. "Eso ni en un combate (...) en las peores épocas del conflicto armado en Colombia", se quejó López.
Por su parte, un responsable de prensa de la alcaldía de Soacha informó a la AFP sobre tres muertes adicionales.
La policía dijo que la muerte de los 10 civiles durante las protestas están bajo investigación.
Los peores disturbios tuvieron lugar en Bogotá y en Soacha, populosa localidad situada al sur de la capital colombiana, pero también hubo violencia en otras ciudades del país como Cali, Medellín, Ibagué, Mosquera y Madrid, estas dos últimas cercanas a Bogotá.
"Hay evidencia sólida del uso indiscriminado de armas de fuego por parte de miembros de la policía", dijo después López en el hospital local de Suba, al noroeste de Bogotá. "No vamos a tolerar el uso de la violencia para reprimir violencia".
Grupos de manifestantes denunciaron en redes sociales nuevos excesos policiales durante las protestas desencadenadas por la brutal muerte de Javier Ordóñez, un abogado de 46 años y padre de dos hijos, que falleció luego de recibir en el suelo repetidas descargas con un arma eléctrica, en circunstancias que las autoridades están investigando.
El reporte del gobierno dio cuenta además de 56 puestos de mando "vandalizados", así como 70 detenidos por daños y "violencia contra fuerza pública".
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López, que insistió en la necesidad de una reforma estructural en la policía para convertirla en un cuerpo civil, pidió a los ocho millones de habitantes de la capital abstenerse de participar en actos de vandalismo.