El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, que le disputará la reelección a Donald Trump el 3 de noviembre, condenó lo ocurrido en un mensaje con la palabra "Basta" sobre fondo negro.
"Ayer, la policía le disparó siete veces en la espalda a Jacob Blake. Sus hijos observaron desde el automóvil. Hoy nos despertamos con dolor una vez más. Necesitamos una investigación completa y transparente", dijo.
El gobernador Evers, también demócrata, urgió a la Legislatura estatal, controlada por los republicanos, a abordar un paquete de proyectos de ley que presentó a principios de este año con respecto a la policía.
En las protestas que estallaron el domingo por la noche, algunos manifestantes provocaron incendios y lanzaron ladrillos y cócteles molotov a la policía, lo que llevó a las autoridades a cerrar los edificios públicos.
Los activistas del movimiento Black Lives Matter exigieron la detención inmediata de los agentes implicados en el tiroteo, a los que se les concedió un permiso administrativo.
También se produjeron disturbios en otras partes de Estados Unidos, con enfrentamientos durante la noche en Portland, Seattle y Mineápolis. En la ciudad de Nueva York manifestantes tomaron el Puente de Brooklyn, según un video publicado en redes sociales.
"Estoy enojada y molesta y estoy cansada. Estoy realmente cansada. Estoy cansada de marchar por esto", dijo una mujer con lágrimas en los ojos, que sólo se identificó como Awal.
La poderosa Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU en inglés) denunció lo sucedido a Blake como "otro acto repugnante de brutalidad policial".
"El hecho de que violencia policial como esta (los asesinatos de Breonna Taylor, George Floyd, Eric Garner y muchos otros) se haya convertido en algo común muestra que la institución misma de la policía estadounidense está podrida en su esencia", señaló ACLU en Twitter.
Con información de AFP y Reuters