El delfín de Morales
En ese panorama, Luis Arce, el candidato ungido por Evo Morales, aparece liderando las encuestas con una intención de voto que, si se excluyen los sufragios en blanco y los indecisos, supera el 40%.
Economista con una maestría en el Reino Unido, Arce acompañó a Morales desde el inicio de su gestión en 2006. Sus dos etapas como ministro de Economía —solo se alejó del cargo entre junio de 2017 y enero de 2019 para reponerse de un tumor— lo volvieron una de las caras más visibles del llamado "milagro económico" boliviano. Entre 2006 y 2019, el PIB promedió un alza cercana al 5% anual.
Desde su cargo de ministro, Arce fue uno de los impulsores de la nacionalización de los hidrocarburos, una medida que cambió el rumbo económico de un país que posee las segundas mayores reservas de gas natural en Sudamérica. A partir de esa decisión, Repsol, Petrobras, British Gas y Total, entre otras compañías que ya operaban en Bolivia, continuaron explotando esas reservas pero ya no como propietarias sino como proveedoras de servicios a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Tras el cambio en los contratos a partir de 2006, las petroleras deben entregar su producción de gas y crudo a YPFB, que pasó a ser socio mayoritario en las compañías mixtas que operan en el país. Además, las empresas privadas pasaron a pagar un impuesto del 82% —antes era del 18%— para los grandes yacimientos y porcentajes menores para los campos pequeños. Pese al drástico cambio de las condiciones, la mayoría de las compañías petroleras internacionales decidió mantener sus operaciones en Bolivia.