Con las elecciones presidenciales del domingo próximo, Bolivia empezará a cerrar el círculo abierto el 20 de octubre del año pasado. Aquel día, Evo Morales había obtenido una nueva reelección sin necesidad de una segunda vuelta, de acuerdo al conteo preliminar. Sin embargo, semanas después los comicios terminaron siendo anulados tras múltiples denuncias de fraude.
El conflicto gatilló una profunda crisis política que alcanzó su punto máximo el 10 de noviembre: luego de conocerse un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que recomendaba repetir la elección ante “irregularidades” evidentes, Morales se vio forzado a renunciar tras casi 14 años en el poder en medio del reclamo de las Fuerzas Armadas para que dejara el cargo.