"Hay que hacer política de austeridad, no hay otra si es que no hay creación de ingresos suficientes para cubrir el gasto corriente", dijo Arce.
El presidente electo dijo que el modelo económico que ayudó a implementar bajo el gobierno de Morales funcionó y funcionará una vez más, aunque no dijo si la economía de Bolivia podría volver a crecer en 2021 después de la contracción prevista en 2020 por la pandemia del coronavirus.
El socialista educado en el Reino Unido, que se postuló con una plataforma en la que prometía gastos sociales, dijo que los recortes no afectarían a la inversión pública, que según él es una "prioridad" para reactivar el crecimiento.
Agregó que emitiría bonos "si fuera necesario", a pesar de haber criticado al gobierno interino de la conservadora Jeanine Añez por buscar deuda.
Las vastas pero en gran medida no explotadas reservas de litio de Bolivia también podrían ser un impulso económico potencial, afirmó, que podría resultar crucial si el mundo cambia agresivamente hacia los coches eléctricos y otros dispositivos operados por baterías.
Arce reconoció que Bolivia necesita un "socio estratégico" para poder explotar con éxito sus reservas de litio, pero que si se hace correctamente podría lograr una producción valuada en 2,000 millones de dólares para el final de su mandato.
El mandatario electo aseguró que no modificará el tipo de cambio fijo del peso boliviano frente al dólar, en medio de temores a una depreciación de la moneda local.
Bajo el gobierno de Morales, Bolivia y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas. Arce dijo que quiere "restablecer las relaciones con todos los países", pero puso la pelota en el campo de Washington.
"Si ellos quieren establecer con nosotros una relación, lo único que pedimos como requisito es que se nos respete de igual a igual", dijo.