Además, el demócrata tuvo una mejora entre los electores más jóvenes, pues lo apoyaron más que a la ex primera dama. Un 61% de los votantes de entre 18 y 29 años eligió al ex vicepresidente, mientras que a Clinton solo la apoyaron un 55% de ellos.
En el siguiente grupo de edad, Biden también alcanzó un buen desempeño: un 54% de las personas de entre 30 y 44 años votó por él. En 2016, solo un 51% de ellos se decantó por los demócratas.
Las personas con estudios universitarios y de posgrado lo prefirieron sobre el presidente, aunque la mayoría de los hombres blancos que estudiaron en la universidad (52%) votó por Donald Trump.
El presidente sigue siendo el preferido de las personas que no cursaron estudios universitarios, pues un 52% dijo haber votado por él. Biden logró arrebatarle algunos de estos votos, a diferencia de Clinton, y logró más apoyo que Trump por parte de las mujeres sin un título universitario.
El demócrata también se apuntó un punto en el voto en los suburbios, un electorado al que Trump se dirigió con vehemencia durante su campaña, tratando de apelar al miedo a los disturbios. Al parecer, la estrategia del republicano fracasó, pues un 54% de los votos de los suburbios fueron para Biden, 10 puntos porcentuales más de los que obtuvo Clinton.
Además, mejoró la marca entre los electorales de las zonas urbanas, pues un 65% de este voto fue para él. En 2016, Hillary Clinton se hizo del 60% de estos electores.