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“Super Mario” Draghi: de salvar al euro a rescatar a Italia

Draghi, quien encabezó el Banco Central Europeo de 2012 a 2019, ahora debe hacer frente a la grave emergencia económica y sanitaria que atraviesa su país.
sáb 13 febrero 2021 07:06 AM
draghi
"Mario Draghi es una persona sumamente preparada y determinada", según Giuliano Noci, profesor de Estrategia en la Escuela Politécnica de Negocios de Milán.

El economista Mario Draghi, considerado el salvador del euro en 2012 durante la crisis de la deuda, aceptó este viernes gobernar Italia para rescatarla de la emergencia sanitaria, política y económica que atraviesa.

"Nunca te rindas", es su lema, según contó a la prensa poco antes de ceder el testigo a Christine Lagarde al frente del Banco Central Europeo (BCE) en octubre de 2019, tras un mandato agitado, marcado por tormentas bursátiles y tensiones en la institución.

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Para un hombre cuya ilustre carrera le ha valido el apodo de "Super Mario", las expectativas no pueden ser mayores, con los mercados financieros italianos subiendo y los periódicos del país publicando titulares sobre "La hora de Draghi”.

Al pasar de los silenciosos salones de la Eurotorre de Fráncfort al caos de la arena política de Roma, Draghi debe pasar de hablar de tasas de interés con sus colegas de los bancos centrales a negociar puestos en el gabinete con políticos como Matteo Salvini, el jefe de la Liga, un partido de extrema derecha.

Si tiene éxito, completará una carrera extraordinaria y podría convertirse en el próximo jefe de Estado de Italia en 2022.

"Mario Draghi es una persona sumamente preparada y determinada", según Giuliano Noci, profesor de Estrategia en la Escuela Politécnica de Negocios de Milán.

En ocho años bajo la batuta de Draghi, el BCE tomó medidas que eran inimaginables cuando nació el euro hace 20 años: recortar los tipos de interés hasta llevarlos a territorio negativo, inyecciones de liquidez a través de compras masivas de activos en el mercado y préstamos gigantescos a los bancos.

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Mario Draghi sucedió en noviembre de 2011 al francés Jean-Claude Trichet a la cabeza del BCE, en una zona euro sacudida por la crisis de la deuda.

Desde mediados del 2012 tuvo que lidiar con un aumento en las tasas para préstamos de países con finanzas exangües, como Italia y Grecia, y con la amenaza de implosión del bloque monetario.

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El banquero central improvisó entonces unas palabras durante un discurso en Londres. Dijo estar dispuesto a "lo que sea necesario" para apoyar a la zona euro.

Esas palabras mágicas tranquilizaron a los mercados, espantaron a los especuladores y salvaron la moneda única.

Un gestor de crisis

Mario Draghi, quien estudió en los jesuitas, católico practicante, es un hombre conocido por su discreción, seriedad y determinación, poco proclive a las mundanidades. Nació en Roma el 3 de septiembre de 1947, está casado y tiene dos hijos.

Mario Draghi se licenció en Economía y tiene un doctorado del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Urbanita, cosmopolita y de voz suave, Draghi nunca ha hecho un gran drama de una crisis.

Fue uno de los pilares del Tesoro italiano en los turbulentos inicios de la década de 1990, cuando Italia se vio obligada a salir del mecanismo europeo de tipos de cambio, devaluó su moneda y se enfrentó al riesgo de no poder entrar en la Unión Monetaria Europea.

Fue entonces cuando los medios de comunicación le pusieron la etiqueta de "Super Mario" por su frenética actividad como director general del Tesoro, desde la organización de privatizaciones hasta la ayuda en la redacción del Tratado de Maastricht que estableció las reglas básicas del proyecto del euro.

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Tras dejar Italia para convertirse en vicepresidente de Goldman Sachs en Londres entre 2002 y 2005, la reputación de Draghi como gestor de crisis se consolidó cuando le llamaron de nuevo a Roma para revivir la suerte del banco central italiano, cuyo gobernador Antonio Fazio se había visto obligado a dimitir por un escándalo de corrupción.

En el Banco de Italia, la reputación internacional de Draghi y su enfoque orientado al exterior fueron refrescantes tras el parroquialismo y el estilo de gestión cerrado de Fazio, y allanaron el camino para su ascenso a la presidencia del BCE desde 2011 hasta 2019.

Un lado oscuro

Aunque a simple vista la carrera de Draghi puede parecer una larga marcha triunfal, no faltan los críticos que destacan los tropiezos y fallos en el camino.

Como presidente del BCE, Draghi fue uno de los firmantes de una carta dirigida al gobierno italiano en 2011 en la que se exigían duras políticas de austeridad a las que muchos culpan de la profunda recesión del país y del aumento de la deuda en los años posteriores.

Sus detractores, especialmente en Alemania y Holanda, denunciaron que esto alentaba a los países sobreendeudados a no reformarse y causaba la "ruina" a los ahorradores debido a los tipos de interés muy bajos.

El diario alemán Bild lo apodó el "conde Draghila": el vampiro que "engulle nuestras cuentas hasta la última gota”.

Este italiano afable de 73 años, con cabello canoso y traje y corbata sobrios, siempre se ha cuidado sin embargo de no defender al “sur".

En una línea similar, Draghi cortó la liquidez de emergencia a los bancos griegos durante la crisis de la deuda de ese país en 2015, lo que fue considerado por algunos como un movimiento político para obligar a Atenas a cumplir con las demandas de la UE, algo fuera del papel de un banco central.

"La decisión innecesaria fue el punto de inflexión que hizo inevitable la capitulación del gobierno griego", dijo Francesco Saraceno, profesor de economía de la Universidad Luiss de Roma, calificándolo como "un episodio oscuro de la crisis europea".

Durante un foro internacional en agosto pasado en Rimini (centro de Italia), afirmó que el enorme endeudamiento de los Estados por la pandemia del coronavirus tiene un límite. Una deuda es "mala" si se utiliza "con fines improductivos", insistió.

Salvar a Italia

En enero de 2021 se creó un movimiento ciudadano para exigir que este economista inclasificable, adepto del "socialismo liberal" en su juventud, "respetado y escuchado por todos y en el mundo entero", tomara las riendas del país "para salvar a Italia".

Draghi acudió este viernes al Palacio del Quirinal para comunicar su decisión al presidente de la República, Sergio Mattarella, como prevé la Constitución.

Draghi anunció la lista de 23 ministros, formada por políticos de diferentes corrientes e importantes tecnócratas, quienes tendrán la tarea de rescatar al país tras la pandemia.

En uno de los ministerios claves designó al vicegobernador del Banco Central italiano, Daniele Franco, su hombre de confianza, que se hará cargo de la cartera de Economía.

El líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, fue confirmado como ministro de Relaciones Exteriores, mientras que Giancarlo Giorgetti, dirigente del ultraderechista Liga de Matteo Salvini, será ministro de Industria.

Igualmente confirmó al ministro de Salud precedente, Roberto Speranza, de la izquierdista Leu, un reconocimiento a su labor al frente de la pandemia.

Draghi remplaza a Giuseppe Conte, tras haber conquistado el apoyo de casi todos los partidos políticos para formar un gobierno de unidad que saque al país de las dos emergencias que atraviesa.

El ex banquero central europeo deberá prestar juramento el sábado y someterse al voto de confianza en el parlamento la próxima semana.

Italia vivió en febrero una crisis política delicada en plena pandemia y con la peor recesión de su historia reciente.

Sobrio, con traje y corbata, Draghi escuchó esta semana a los líderes de todos los partidos políticos, así como a los representantes de los agentes sociales y a los defensores del medio ambiente, con el objetivo de formar un gobierno heterogéneo, de unidad y con todos los tintes políticos.

El prestigioso economista cuenta con el apoyo del mayor partido de centroizquierda, Partido Democrático (PD), de la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, además del partido de la derecha moderada Forza Italia de Silvio Berlusconi.

'In extremis', el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E), la mayor formación en el parlamento tras llegar al poder hace casi tres años, votó el jueves a favor, con un 59,3%, de un gobierno liderado por Draghi durante una votación por internet de sus militantes.

El mayor reto

Italia, que se acerca al umbral de 100,000 muertes por COVID-19, registró una de las peores caídas del PIB de la zona euro en 2020, con una pérdida del 8.9%.

La tercera economía de la zona euro, que deberá encarar la emergencia sanitaria, cuenta para reactivarse con un colosal fondo de 200,000 millones de euros (240,000 millones de dólares) otorgado por la Unión Europea (UE).

"El COVID-19 agravó la crisis de Italia, que sigue siendo el enfermo de Europa", explicó a la AFP Fabio Pammolli, profesor de economía de la escuela de negocios Politécnico de Milán.

Draghi anunció la creación del ministerio para la Transición Ecológica, a cargo del renombrado físico Roberto Cingolani, una exigencia de muchos sectores de la sociedad así como de los antisistema.

La nueva estructura, con el objetivo de promover una economía que respete el medio ambiente, deberá contar con muchos recursos económicos, "ya que el 37% del fondo europeo deberá financiar proyectos para la defensa del clima y la biodiversidad", según la página económica Quifinanza.

Italia, que ha acumulado una gigantesca deuda que representaba el 158% del PIB a finales de 2020, espera acelerar la campaña de vacunación, afectada por los retrasos en el suministro.

Otros temas, como la reforma de la justicia, de la educación y de la burocracia figuran en el programa de gobierno.

El "salvador de la nación", como lo han calificado, deberá encarar el mayor reto de su exitosa carrera.

Con información de AFP y Reuters

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