En paralelo, la Comisión Europea anunció un acuerdo con los laboratorios Pfizer y BioNTech para "acelerar" la entrega de 10 millones de dosis de su vacuna anticovid para los países del bloque.
En otras regiones del mundo, varios países también decidieron interrumpir la aplicación del cuestionado inmunizante de AstraZeneca.
En Latinoamérica, el gobierno venezolano anunció que no permitirá su uso, "en razón de las situaciones, las complicaciones, que se han presentado", en palabras de la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, también anunció que retrasaba el inicio de la campaña de la administración de AstraZeneca.
Pero en otra nación del sudeste asiático, Tailandia, donde también se había suspendido su uso, finalmente este martes se empezó a inyectar, y su primer ministro, Prayut Chan-O-Cha, recibió la primera dosis.
Entretanto, la empresa estadounidense de biotecnología Moderna, cuya vacuna contra el COVID-19 es una de las autorizadas en Estados Unidos y la UE, ha comenzado ensayos clínicos de su inmunizante en niños con edades entre 6 meses a 12 años.
Con información de AFP y EFE