EXP: Si los jóvenes están tomando acción climática, es porque los adultos hemos sido muy pasivos, ¿qué podemos hacer para frenar el cambio climático desde nuestros espacios?
Los adultos podemos hacer tres cosas. La primera es usar nuestra voz. Tenemos que informarnos sobre qué es el cambio climático, cuál es la ciencia del cambio climático, cuáles son las causas, cuáles son las consecuencias, que es, como decía, una crisis de derechos humanos en todo el mundo. Las consecuencias son historias reales de personas reales que lo están viendo hoy. Y cuáles son las soluciones. Las soluciones son la transición energética, la movilidad eléctrica, modelos de economía circular, la regeneración de nuestros ecosistemas, principalmente en Latinoamérica que tenemos tantos.
La segunda es usar nuestro voto, y no solamente en las urnas, sino estar continuamente observando, acompañando, exigiendo a los tomadores de decisión que es lo que queremos ver. En el movimiento climático lo que queremos ver es que podamos lograr la carbono neutralidad para mediados de siglo. Eso quiere decir que para 2030 tenemos que reducir a la mitad, nuestras emisiones de efecto invernadero.
La tercera es pensar tus desiciones todos los días. Con nuestras decisiones de compra también enviamos un mensaje a los mercados. Decide qué comprar y decide comprar menos. Decide qué comer y decide comer menos carne. Y decide en qué moverte y utilizar tus pies cada que puedas.
Estas son decisiones que tomamos todos los días. Cuando compramos algo, ¿realmente lo necesitas? Si lo necesitas, revisa la cadena de valor de ese producto y después de que lo compres cuídalo, para que no tengas que comprar otra cosa. Repítelo con cualquier cosa que compres. Podemos convertirnos en inspiración para otras personas.
A nivel individual, no va a mover mucho la aguja, pero si yo lo hago y además le digo a mi compañero porque estoy haciendo eso, entonces estoy generando un movimiento de masas y eso sí que puede cambiar el mundo.