Pero los surtidores de gasolina han tenido dificultades para hacer frente a la gran afluencia desatada desde que la semana pasada algunos concesionarios informaron de problemas de abastecimiento por falta de hasta 100,000 camioneros para transportar el combustible desde los puntos de almacenamiento.
Para ayudar al sector, el gobierno aprobó formalmente la provisión de 150 conductores del ejército, que empezaron a entrenarse para ser desplegados en los próximos días.
"Hemos decidido hacerlo y creo que en los próximos días la gente verá a los soldados conduciendo la flota de camiones cisterna", afirmó el miércoles a los periodistas el ministro de Empresa, Kwasi Kwarteng.
Otros 150 soldados se mantienen a la espera por si fueran necesarios.
Pero antes, el gobierno movilizó el miércoles a su propia flota de camiones cisterna, conducida por civiles. "Estará en la carretera esta tarde para mejorar el reparto de carburante en las gasolineras de todo el Reino Unido", tuiteó el ministro.
"Ahora vemos signos de que la situación en los surtidores está empezando a mejorar", confirmaron Shell, BP y otras 12 empresas y federaciones del sector en un comunicado conjunto.
Acogiendo con satisfacción el despliegue de los camiones cisterna del gobierno, afirmaron estar "seguros de que la situación se estabilizará en los próximos días".